En 2015, Tony y Elisa se casaron. Durante el proceso de legalización de su residencia ella no podía optar a ningún empleo.Tony comenzó un emprendimiento, pero se agotaron los recursos económicos. Pasaron angustiosas semanas. Elisa oró pidiendo a Dios una luz para poder salir adelante.
“Fue así como comencé un pequeño negocio de envíos de encomiendas de ropa, perfumes y aparatos electrónicos desde EE.UU. a Guatemala.
Se llamaba Marsh Express. Pero poco a poco me dí cuenta que una buena parte de los pedidos eran de cámaras fotográficas y de video. Fue así como empezó a gestarse el concepto de la Fototienda”.
Su primer bodega en Guatemala fue la casa donde había vivido con su mamá, en El Zapote, zona 2 de la capital. Para aquel momento ella ya había fallecido.
Oficialmente La Fototienda surgió en 2016. “Empecé con la ayuda de mi hermano, quien me compartía parte del espacio en una oficina que alquilaba en el TEC, zona 4. Pero el espacio se hizo insuficiente ante la cantidad de mercadería. Así que renté un local propio, que se encuentra actualmente en esa ubicación. Después abrió otro local en la zona 10. La pandemia de 2020 le obligó acerrar y dejar solo a una parte de sus empleados; sin embargo, durante el encierro se reanudaron con fuerza los pedidos en línea e incluso se incrementaron”, relata.
“Mucha gente empezó a practicar fotografía. La calidad del servicio, la entrega a tiempo y de todo lo solicitado por los usuarios nos puso en el mapa de muchos guatemaltecos, porque en aquel momento no había muchos importadores especializados en equipo fotográfico: cámaras, iluminación, trípodes, drones. Hoy seguimos adelante”.