Limayre Gramajo se graduó de médica en la Universidad de Oklahoma: un sueño que por momentos pareció imposible. Pero ya está aquí. En febrero estuvo en una jornada médica voluntaria en Quetzaltenango, la tierra natal de sus padres.
¡Muchos gritos de alegría acompañan el momento en que Limayre Gramajo, hija de los migrantes guatemaltecos Jairo y Sara Gramajo, recibe oficialmente el título de Médica, por la Universidad de Oklahoma. “¡Ella es mi hija!”, grita Sara, mientras los hijos de Limayre, emocionados dicen “¡She’s my mom!”.
La ceremonia fue el jueves 16 de mayo, en el auditorio de dicha casa de estudios. Fueron 12 años de esfuerzo familiar que llegan así a un punto culminante. La propia Limayre no lo podía creer: “Por momentos, ya solo esperando que mencionaran mi nombre para pasar a recoger el títuloi, aún no podía creerlo. Fueron tantas noches de desvelo, tantos meses de esfuerzo, tantas dificultades. Pero por fin, ya soy doctora”, cuenta a SoyMigrante.com.
En febrero pasado, cuando ya solo esperaba la fecha de graduación, Limayre participó en una jornada médica voluntaria y gratuita en comunidades de Quetzaltenango y Totonicapán. Sus padres son originarios de Sibilia y Palestina de Los Altos.
¡She's my mom!: mira este emotivo momento de la graduación
Un instante soñado
Fue más de una década de esfuerzo los cuales requirieron de un enorme sacrificio por parte de la familia Gramajo. Desde la secundaria, Limayre, cariñosamente llamada “Lima” por su familia, soñaba con llegar a ser physician, es decir una médica. Con el paso del tiempo se fueron presentando diversas situaciones que nunca detuvieron el avance. “Estamos felices y todas las gracias se las damos a nuestro Dios”, dice Sara Gramajo, su mamá.
“Hubo exámenes que duraban hasta ocho horas, con unas 300 preguntas. No sabía si iba a poder superarlos, primero estudiando biología y después aplicando para poder entrar a la carrera de Medicina. No fue fácil poder entrar a la facultad, porque es muy exigente”, cuenta Limayre.
Ahora su enfoque está en seguir la especialidad de ginecóloga y obstetra, para lo cual debe pasar cuatro años de residencia. “Gracias a Dios estaré trabajando en un hospital de Oklahoma. Mi enfoque está en servir a las mujeres y madres hispanas especialmente”, dice un día después de haberse graduado.
En efecto la gran ilusión de la doctora Limayre Gramajo es servir a la comunidad hispana migrante, puesto que no hay muchos médicos bilingües. Además ella sabe y conoce de primera mano el esfuerzo de las familias por salir adelante. “Trabajaste muy duro y ahora haces realidad tu sueño. No fue fácil pero nunca te rendiste”, le dice a Lima su amiga Jéssica Bell.