Las bandas escolares de Guatemala ya se están alistando para desfilar el 15 de septiembre, una tradición y festejo.
En cada rincón del país, los ecos de tambores, liras, bombos y trompetas ya comienzan a escucharse con fuerza. Las bandas escolares de Guatemala se preparan con entusiasmo para celebrar el próximo 15 de septiembre, Día de la Independencia, una fecha que despierta orgullo nacional y una competencia amistosa entre centros educativos por ofrecer los mejores desfiles y presentaciones musicales.
Desde principios de julio, y en algunos casos desde junio, miles de estudiantes dedican horas de ensayo tras las jornadas escolares, impulsados por su amor a la patria y el deseo de representar dignamente a sus establecimientos. Los patios de escuelas e institutos se convierten en escenarios de disciplina, coordinación, y sobre todo, de trabajo en equipo.
https://www.youtube.com/watch?v=UiaAObGU6E4
Preparativos que requieren pasión y compromiso
La preparación de una banda escolar no solo consiste en tocar música. Implica una organización completa que incluye coreografías, uniformes, instrumentos, repertorios y formación cívica. Cada integrante cumple un rol importante: desde los tamboristas y lireristas, hasta los portaestandartes, abanderados y bastoneras.
“Ensayamos todos los días después de clases, y los sábados también. A veces hasta tres horas. Es cansado, pero vale la pena cuando desfilamos y vemos a la gente aplaudiendo”, comenta Bryan López, estudiante de tercero básico en el Colegio Hispanoamericano.
Los docentes de música y educación física también juegan un papel clave en la dirección y motivación de los jóvenes, enseñándoles no solo técnicas musicales, sino también valores como la perseverancia, el respeto y el compañerismo.

Un orgullo que traspasa generaciones
Para muchas comunidades, las bandas escolares son motivo de orgullo local. Padres de familia, exalumnos y vecinos colaboran con recursos para la compra o reparación de instrumentos, uniformes y transporte, especialmente en los municipios donde participar en el desfile del 15 de septiembre implica viajar a las cabeceras departamentales o a la capital.
“El sonido de una banda hace vibrar el corazón. Mi hija está en la lira y yo no me pierdo ni un ensayo”, afirma Doña Estela Rodríguez, madre de familia en Villa Nueva.
Repertorios patrióticos y culturales
El repertorio de las bandas incluye himnos patrióticos como el Himno Nacional de Guatemala, la Granadera y el Himno a Centroamérica, pero también melodías populares que permiten innovar y atraer a un público joven. En los últimos años, muchas bandas han incorporado ritmos modernos, sin perder la esencia cívica del desfile.
En algunos casos, las bandas también ensayan coreografías sincronizadas que mezclan movimientos de marcha con presentaciones tipo show, especialmente en colegios privados o institutos que participan en competencias interdepartamentales.

Una celebración que une
A un mes del 15 de septiembre, la emoción crece. Las bandas escolares se convierten en el alma de los desfiles cívicos, portando no solo instrumentos, sino la historia de un país que sigue construyendo identidad y orgullo en sus jóvenes.
Ya sea en los parques de municipios pequeños o en las avenidas principales de la capital, la música retumba con fuerza y los colores azul y blanco ondean al compás del corazón patriota de la niñez y juventud guatemalteca.
https://www.youtube.com/watch?v=8yzXPrhmyvI
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