De vivir en las calles y enfrentarse a la adversidad, a convertirse en un líder comunitario que transforma vidas: la historia de René Amiel Panigua es un ejemplo de resiliencia y servicio en Los Angeles.
La vida de René Amiel Panigua es un testimonio de lucha, resiliencia y transformación. Hijo de un padre israelí y una madre guatemalteca, su historia comienza en Guatemala, pero su espíritu incansable lo llevó a los Estados Unidos en busca de un futuro mejor en la década de los 80.
Con solo 14 años y una mochila llena de sueños, emprendió un viaje que lo enfrentaría con enormes desafíos, pero también lo llevaría a convertirse en un pilar para la comunidad guatemalteca migrante en Los Ángeles pues es el fundador de Asociación de Migrantes Guatemaltecos en Los Ángeles (Amgla), su labor ha marcado un antes y un después para los migrantes guatemaltecos en Los Ángeles, demostrando que los sueños pueden florecer incluso en los terrenos más difíciles.
Un viaje marcado por la adversidad
En enero de 1984, René dejó su hogar tras terminar sus estudios básicos en el Instituto Rafael Aqueche. Su travesía comenzó en México y lo llevó de ciudad en ciudad como Guadalajara y Mexicali, hasta llegar a la frontera con Estados Unidos. “Llegué como Shakira: ciego, sordo y mudo”, recuerda, aludiendo a los obstáculos del idioma, la discriminación y la soledad que enfrentó al llegar.
Durante seis meses vivió en un edificio abandonado, enfrentándose a la pobreza y la maldad de las calles. Para sobrevivir, simulaba comprar en supermercados mientras comía frutas y buscaba oportunidades para estudiar y trabajar. Sin embargo, su camino se desvió y, durante esa época, se involucró en pandillas, lo que lo llevó a prisión en 1985.
Tras cumplir su condena, recibió la devastadora noticia de la muerte de su madre. Con el apoyo de un amigo, encontró un lugar donde vivir y un empleo como barrendero en un taller de tapicería. Al mismo tiempo, retomó sus estudios nocturnos, decidido a forjar un futuro mejor”
Educación, amor y superación
En esta etapa, conoció a su esposa, quien se convirtió en su compañera y aliada incondicional. Se casaron cuando René tenía 21 años y, con su apoyo, continuó su educación hasta graduarse en ginecología en la Universidad del Sur de California (USC) en 1994. Sin embargo, las barreras legales le impidieron ejercer su profesión, lo que representó una profunda frustración.
A pesar de ello, su espíritu resiliente lo llevó a explorar nuevos caminos y estudiar Ciencias de la Comunicación en 1999, lo que lo introdujo al mundo del periodismo y la locución.
René trabajó en medios destacados como Univisión y Telemundo, y condujo programas radiales en varias estaciones. Durante 20 años, su programa “Avisos y Regalos” no solo informaba, sino que también ayudaba a la comunidad con servicios gratuitos.
En 2015, un accidente que lo dejó con cinco cirugías y problemas de audición lo alejó de los medios de comunicación. Aunque perdió su voz en la radio, no perdió su deseo de servir. Este momento marcó un nuevo capítulo en su vida, dando lugar a la creación de Amgla.
Amgla: Un faro de esperanza para los migrantes
Amgla se convirtió en el vehículo de René para apoyar a la comunidad guatemalteca en Estados Unidos. La asociación ofrece servicios esenciales como la emisión de pasaportes, DPI, tarjetas consulares y ferias de salud. También asiste en la repatriación de cuerpos y en programas de reunificación familiar, permitiendo a los guatemaltecos reencontrarse con sus seres queridos después de décadas de separación.
Gracias a esta labor, René viaja constantemente entre Guatemala y Estados Unidos, promoviendo cambios en las políticas migratorias y representando a los migrantes en eventos oficiales. Este diciembre, participará en el Día del Migrante en el Palacio Nacional, donde compartirá su historia y abogará por mejores condiciones para los migrantes.
René es claro en su mensaje: “No voy a pedir, sino a exigir que en Guatemala el gobierno se enfoque en el tema migrante, porque lo tienen olvidado”. Su misión es dar voz a quienes han sido silenciados y garantizar que los migrantes sean reconocidos y apoyados.
Hoy, René Panigua no solo es un sobreviviente; es un líder, un visionario y un ejemplo de que incluso las circunstancias más adversas pueden transformarse en oportunidades para servir. A través de Amgla y su trabajo incansable, demuestra que, aunque lejos de su tierra, los migrantes guatemaltecos llevan a Guatemala en el corazón, y su lucha por un mejor futuro sigue siendo un reflejo del espíritu indomable de su gente.
Su historia nos recuerda que, con fe, esfuerzo y solidaridad, no hay límites para lo que se puede lograr.