Detrás de cada remesa hay extensas jornadas, a menudo con dos y tres empleos; hay sacrificios, limitaciones y el temor de ser detenido a causa de agresivas medidas antimigrantes. Octubre de 2025 marca otro récord histórico en envíos.
Los migrantes guatemaltecos marcan un nuevo hito histórico en el mes de octubre de 2025, al enviar 2,390 millones de dólares: un monto que supera en 389 millones al mismo mes de 2024. Se mantiene así la tendencia de este año, a pesar de múltiples dificultades y desafíos.
Con esta cifra, en solo 10 meses de este año, Guatemala ha recibido 21,358 millones de dólares, según cifras del Banco de Guatemala, con lo cual supera los 19,804 millones recibidos durante todo el 2023. Así también la cifra 2025 queda muy cerca de rebasar, posiblemente en noviembre, el total 2024, que fue de 21,510 millones de dólares.
Este crecimiento de monto evidencia de la gran responsabilidad y compromiso de los migrantes con sus familias, pero también un reflejo de la angustia y la incertidumbre generada por las políticas antimigrantes desatadas este año por el gobierno de Estados Unidos.
Remesas enviadas por migrantes guatemaltecos
DATOS BANCO DE GUATEMALA 2002-2025
Factores que inciden en el aumento de remesas
En los últimos cinco años hay factores estructurales como el incremento de migrantes -entre 2015 y 2024-, oportunidades de mayor inserción laboral en EE. UU.) y también el mismo temor a deportaciones, porque los migrantes tratan de enviar la mayor cantidad de recursos, en caso sean repatriados.
- Expansión de la diáspora y stock migratorio: la emigración guatemalteca se consolidó en décadas previas; más migrantes significa más remitentes regulares.
- Mejoras (relativas) del mercado laboral en EE. UU. y otros destinos: la recuperación del empleo pos-pandemia estrechó la capacidad de envío. Además, la participación de guatemaltecos en sectores que siguieron demandando mano de obra (construcción, servicios) mantuvo ingresos.
- Efectos puntuales del COVID-19 y estímulos: el análisis empírico reciente muestra que el choque de la pandemia condujo a un incremento extraordinario de remesas (migrantes enviando ahorros, pluses, o apoyos extraordinarios)-
- Canales más formales y digitalización: creciente uso de transferencias formales y digitales redujo costos en algunos momentos y aumentó la trazabilidad y la seguridad del envío, atrayendo volumen por rutas formales.
- Factores políticos y de incertidumbre en EE. UU. (temor a deportaciones / cambios normativos): episodios de incertidumbre migratoria pueden empujar a migrantes a adelantar envíos, a extraer ahorros y a usar remesas como seguro ante riesgo de retorno forzado.
Efectos de las remesas
- Reducción de pobreza de corto plazo y sostén del consumo: las remesas aumentan el poder adquisitivo de hogares receptores y financian consumo básico, alimentación y servicios.
- Inversión en capital humano: parte de los recursos se usan en educación y salud (mejoras en cartera familiar).
- Soporte para zonas rurales: la mayor parte de los flujos llega a comunidades rurales, donde las remesas son esenciales para la subsistencia.
- Entre los riesgos está la dependencia macroeconómica: al representar 20% del PIB, con lo cual toda crisis en EE.UU. puede trasladarse a Guatemala a través de una eventual reducción en el flujo de remesas.
- Efectos sobre el mercado laboral local: en algunos casos reducen presión por buscar empleo local o generan “rentas familiares” que distorsionan decisiones laborales/inversión.
- Distribución desigual: aunque benefician a muchas familias, las remesas no llegan por igual; zonas y hogares sin redes en el exterior quedan excluidos.
El costo de las remesas para los migrantes
Realidades duras que enfrentan los migrantes indocumentados para seguir ayudando: La cara humana detrás de las cifras: muchos remitentes son migrantes en situación irregular que asumen enormes costos y riesgos para sostener a sus familias.
- Vulnerabilidad legal y temor a detenciones/deportaciones: esto obliga a muchos a trabajar en la informalidad, aceptar empleos precarios y, frente a amenazas de redadas, a extraer o enviar ahorros rápidamente (picos de remesas por miedo).
- Empleos inestables y bajos salarios: muchos realizan trabajos de baja protección social sin acceso a prestaciones, lo que hace que cada dólar enviado signifique un esfuerzo enorme y gran estrés financiero.
- Costos y fricciones para enviar dinero: aunque la digitalización ha bajado costos en algunos canales, el costo promedio de enviar US$200 sigue siendo relevante (varía por canal y corredor); además, quienes están en la informalidad a veces usan vías más caras o inseguras.
- Exclusión financiera y riesgo de estafa: sin documentación o sin cuentas bancarias, muchos quedan expuestos a intermediarios informales, cobro de comisiones altas, retenciones o robos.
- Costos psicosociales: separación prolongada, estrés por responsabilidad económica, y trauma por experiencias en tránsito o en el país receptor. Estos factores afectan salud mental y capacidades productivas.
Perspectivas del tema remesas migrantes
