Carlos migrante guatemalteco regresó a su tierra natal para generar empleo.
En el año 1,989, el migrante Carlos Soc llegó hacia Estados Unidos con el objetivo de encontrar oportunidades laborales. Posteriormente regresó a su tierra natal para impulsar el talento que tenía en sus manos para emprender un negocio.
Hace 40 años nace un negocio emprendimiento
Desde muy pequeño aprendió el oficio de elaboración de textiles, sus padres le enseñaron. En familia tejió los primeros cortes colocando así tres a cuatro telas, empezó con un equipo de trabajo pequeño.
Fue en busca del sueño americano, sin conocer los riesgos y esfuerzo de trabajo en ese país, era común en el sector escuchar a varios amigos y vecinos que tenían mejor vida en Estados Unidos, sin embargo, no todos tienen la misma suerte. Carlos llegó con la esperanza de mejorar su situación económica para mantener a su familia.
“Fuimos unos de los primeros en llegar a Estados Unidos, entonces no teníamos familia que nos recibiera, el trabajo era difícil, al poco tiempo me di cuenta que lo que ganaba no era suficiente, implicaba más gastos para enviar dinero a mi familia” Agregó: Carlos Soc.
Tomó la decisión de regresar a su tierra de origen en el municipio de Salcajá, Quetzaltenango, con el objetivo de emprender nuevamente, con esfuerzo y dedicación retomo y conformó un equipo de trabajo, en el que participaron niños, jóvenes y señores, poco a poco empezó a producir textiles que exportaba a distintos puntos del país, especialmente en el occidente.
Una labor artesanal de larga tradición
Carlos, es uno de los pioneros en la elaboración de textiles, para obtener un corte típico o textil conlleva un trabajo totalmente a mano y con equipo antiguo.
Se comienza con la selección de los hilos a través del urdidor, luego se trasladan al área de cazar; jaspes, es la formación de las figuras o unión de los hilos, se convierten en trenzas de hilos estos se llevan al enchir; se rellenan conos con hilo para luego ser colocados en las lanzaderas.
El telar es una máquina poderosa, siempre y cuando esté dirigida por el talento humano, está conformada por grandes piezas de madera antigua, en la mano derecha el tejedor se coloca las lanzaderas y con el paso del pie y la mano izquierda se lanzan de forma recta hasta ir formando la figura del textil.
La fábrica Yancarlo cuenta con cuatro áreas de trabajo; área I: urdidor, área II: cazar la labor; área III: telar, área IV: almacén de textiles listos para venta. Detrás de la fábrica se ubica el parque artesanal dos, un espacio utilizado para el área de trabajo II.
Fuente de trabajo para guatemaltecos
Por más de 40 años ha generado empleo para jóvenes y señoritas, mismos que han culminado con sus estudios básicos y otros se han profesionalizado en una carrera universitaria.
La pandemia fue un golpe duro para toda la población y muchos negocios cerraron, sin embargo, la fábrica Yancarlo nunca cerró, mantuvo a su personal laborando, sin contar con ventas e ingresos fijos.
“Durante la pandemia tuvimos que hacer un préstamo, fue difícil para mi y mi familia, pero ningún elemento se fue y todos siguieron trabajando” dice Carlos, propietario de Yancarlo.
Actualmente su negocio lo conforman más de 15 personas trabajan en las distintas áreas. En el área de telar se destacan tres señores que desde niños aprendieron esta labor, Rafael Ramírez, Salvador Chay y Rito Caxaj, que, con la compañía de música popular, le dan un toque especial, también Ángel Gramajo un joven que se encarga del enchir (colocar hilo en conos). Con alto volumen o conversaciones entre ellos crean un ambiente agradable.
Con su esposa Vivian han formado una familia muy especial, sus dos hijos profesionales uno como médico y su hija como licenciada en administración de empresas.
“A raíz de este santo trabajo, mis hijos se han formado profesionalmente y se han formado para ser personas de bien para Guatemala”. Dijo: Carlos Soc.
Un mensaje a mis paisanos migrantes
“Para quienes van a Estados Unidos, primero deben pensar en los gastos y riesgos, al llegar no es fácil conseguir trabajo, para unos sí y otros no, dejar a la familia es difícil, hay oportunidades que buscar en Guatemala. Para quienes ya están en Estados Unidos, deben tener objetivos claros, ahora las cosas han cambiado”.
Si bien es un esfuerzo Carlos comentó que la mejor decisión es quedarse en Guatemala buscando oportunidades o crear las mismas a través del talento de nuestras manos. También brinda un agradecimiento a Dios, por la oportunidad de haber formado una pequeña empresa que les ha dado trabajo a muchas personas.
“Le agradezco a mi pueblo, Salcajá la tierra de la cultura y de los tejidos típicos, me siento feliz de ser salcajá y tener este arte en mis manos. Dios bendiga a mi Salcajá, a mi Guatemala por mostrar mi producto al mundo entero” finalizó.