Lindsey Mazariegos, hija de migrantes guatemaltecos, representará a Guatemala en certamen de belleza en Utah; junto a su mamá, Reina Arreaga, relata sueños pero también una difícil etapa que hoy les hace más fuertes.
A sus 16 años, Lindsey Mazariegos, hija de migrantes guatemaltecos radicados en Oklahoma, Estados Unidos, se prepara para representar a Guatemala en el certamen Universal Teen USA, que se celebrará del 28 de octubre al 2 de noviembre en Salt Lake City, Utah. “Este año se me abrió la puerta de poder representar a Guatemala… le he dedicado mucho tiempo, esfuerzo, y estoy muy feliz”, cuenta la joven.
Sus padres, originarios de Quetzaltenango, llegaron hace 18 años a Oklahoma. Trabajan juntos en su empresa de limpieza de casas, iniciada por Reina Arreaga, quien relata: “No ha sido fácil, nos hemos topado con muchas barreras, pero juntos las hemos ido superando”.
Y por barreras, se refiere sobre todo a una difícil prueba, que no es fácil de compartir, pero que fortaleció el liderazdo de Lindsey y le permite ayudar a más niños y jóvenes. Esta es su historia.

Un capítulo difícil se convierte en fortaleza de vida
Lindsey combina su preparación académica de High School con su pasión por el modelaje y su compromiso social para prevenir el bullying. Y esta misión surge porque ella misma sufrió por tal causa.
Sí, la historia de Lindsey incluye un capítulo doloroso: cuatro años de acoso escolar que marcaron su infancia. “Cuando fui a la escuela de segundo al octavo grado me hacían bullying. Me daba miedo decirles a mis papás pero llegó un momento en que fue insoportable”, relata.
“A veces ni me dejaban comer en el almuerzo, porque me tomaban fotos para reírse de mí. Me tiraban la comida, me insultaban. Tenía que ir a comer mi almuerzo al baño y a veces hasta ahí me seguían. Lo peor fue cuando empezaron a pegarme”. Lindsely les contó a sus padres, pero el acoso continuó. LIndsey cayó en depresión. “Me costó mucho salir de eso”.
Creatividad contra la adversidad
Su mamá, Reina Arreaga, recuerda: “Denunciamos el acoso. Al principio fue difícil que nos escucharan. Quizá por ser migrantes. Pero Lindsay es ciudadana de Estados Unidos. Pero finalmente hallamos vías legales y la escuela intervino. Esto no debería ocurrirle a ningún estudiante”.
Lindsey decidió levantarse de aquella terrible depresión. Empezó a canalizar su energía en un emprendimiento: Jilemi’s Drillery, su marca de pulseras artesanales. “Dentro de mi depresión… empezaba a hacer mis brazaletes, mis propios diseños”.
Además de mensajes contra el acoso escolar, Lindsey ha donado pulseras para apoyar la lucha contra el cáncer. El gesto tiene un sentido especial: su abuela materna, Floridalma de León, falleció a los 50 años víctima de esta enfermedad. “El legado de ella nunca lo vamos a dejar… la valentía de ella siempre va conmigo”, asegura Lindsey.



Llega la pasarela de belleza
Un día, en una feria de emprendedores, conoció a Miss Oklahoma Latina 2024. “Ella me invitó a un concurso de belleza… Yo no estaba nada lista. Tenía mucho miedo a que la gente me mirara. Pero ese llamado me ayudó para decidirme a ser alguien, a sentirme orgullosa de mí y nunca volvería a ser un chiste para nadie”, afirma.
Además de lograr una buena participación en el certamen de belleza Teen Universal, su gran objetivo es finalizar la High School y continuar sus estudios universitarios: especializarse en Bienes Raíces y administración de negocios. “Mis padres y su ejemplo de trabajo son mi inspiración. Ellos han logrado mucho tras empezar de cero acá en Estados Unidos”, dice Lindsey.
Reina, madre de Lindsey, confirma ese “comenzar de cero”. Tras haber trabajado años en banca y finanzas en Guatemala, decidieron migrar a Estados Unidos para poder sufragar los gastos médicos de tratamiento de su mamá. “Yo también participé en certámenes de belleza en Guatemala”, recuerda.
Al ver el camino recorrido, Reina recomienda: “Como mujer guatemalteca puedo decir que nunca nos dejamos apagar ni desanimar por nada. Todo esfuerzo vale la pena… todo se puede alcanzar con la ayuda de Dios y con trabajo”. No puede evitar conmoverse al recordar el fallecimiento de su mamá, pero le dedica todos sus logros y esfuerzos.

Valores e identidad guatemalteca sin fronteras
En casa, la familia Mazariegos Arreaga mantiene vivas sus raíces. “Guatemala siempre está en nuestros corazones… no dejo de inculcar a mis hijos que siempre tengan la noción de que es la cultura y la comida guatemalteca y que no se pierda en nuestra familia”, dice Reina. Lindsey agrega con una sonrisa: “A nosotros nos encanta el jocón quetzalteco“.
A través de su participación en el certamen y de cara al futuro, Lindsey tiene claro el mensaje a transmitir: “Ojalá pueda ser un apoyo para esas niñas que están sufriendo bullying hoy… quiero que vean que sí se puede salir adelante, que sí se puede vencer ese acoso y que nadie debe apagar nuestro futuro”.
Increíbles aportes guatemaltecos en Oklahoma

















