La iglesia de San Cristobál Totonicapán está llena de historia, cultura y memoria.
En el corazón de San Cristóbal Totonicapán, en el centro del municipio homónimo, se alza la imponente iglesia colonial dedicada a San Cristóbal Mártir, patrono del pueblo. Esta joya histórica conecta siglos de fe, arte y memoria comunitaria, hoy revitalizada por el reciente nombramiento de una hija del lugar como Rab’in Ajaw 2025.
Historia y significado
La iglesia fue fundada por frailes franciscanos entre los siglos XVI y XVIII. La primera estructura, levantada alrededor de 1600, es una de las más antiguas de Guatemala, solo superada por la iglesia de Nuestra Señora de Concepción en Salcajá. Aunque gran parte de ella fue dañada por los terremotos, aún conserva elementos como la fachada, la sacristía y tres capillas.
La iglesia actual, más espaciosa y de estilo elegante y austero franciscano, se edificó contigua a la original y fue consagrada en 1714 por el obispo Juan Bautista Álvarez de Toledo. Sus muros de adobe, piedra y ladrillo, reforzados con contrafuertes, le han permitido resistir el paso del tiempo.
Ubicada frente al Parque Centro América y rodeada por calles adoquinadas, la iglesia forma parte de un conjunto monumental de casi 5,900 m² que incluye el convento y áreas municipales. Hasta en los adobes del convento se observan fragmentos de cerámica prehispánica, reflejo de una continuidad cultural ancestral.
Valor cultural y arquitectónico
La iglesia fusiona elementos de estilo románico tardío y barroco —visibles en su fachada, torre y retablos interiores— con valor artístico e histórico. En su interior destacan retablos barrocos, pinturas y esculturas cargadas de simbolismo, protegidas por figuras talladas como jaguares según la tradición local.
Este monumento no solo es un testimonio de fe, sino también de identidad: simboliza la resistencia cultural y el legado de fe de una comunidad k’iche’ que ha mantenido vivas sus tradiciones.
El patrono del pueblo
San Cristóbal Mártir es el santo patrono de la localidad. La fiesta titular se celebra entre el 20 y el 26 de julio, con el día central el 25 en honor a Santiago Apóstol y el 26 en honor a San Cristóbal Mártir. Durante esas fechas se realizan actividades religiosas, culturales, deportivas y comunitarias que refuerzan la cohesión social.
Rab’in Ajaw 2025: orgullo de San Cristóbal
En el Festival Folklórico Nacional celebrado en Cobán, Alta Verapaz, Yosselin Mireily Manuela Chan Cocinero, de 19 años y originaria de San Cristóbal Totonicapán, fue coronada Rab’in Ajaw 2025‑2026. Con ello, Totonicapán gana su novena corona en el certamen, tras más de medio siglo de participación.
Hija de Juan Agustín Chan y Micaela Cocinero, Yosselin cursa actualmente la Licenciatura en Administración de Empresas y domina el k’iche’ y el español. Durante el certamen representó al municipio y demostró compromiso con las tradiciones ancestrales y su comunidad, reflejo del valor cultural de San Cristóbal.
“Para mí es un verdadero gusto enaltecer el nombre de San Cristóbal Totonicapán”, declaró tras su coronación, destacando el orgullo de portar la corona como símbolo de identidad y legado.
La iglesia colonial de San Cristóbal Totonicapán representa siglos de fe, resiliencia y arte. Es un legado tangible que sigue vivo en las celebraciones y en la identidad colectiva del pueblo. Hoy ese legado se ve renovado y reforzado por la figura de Yosselin Chan, joven líder que lleva el nombre de su comunidad como embajadora cultural en el escenario nacional. La fusión de historia y juventud convierte a este lugar en un símbolo vivo de tradición, fe y esperanza.
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