La Isla de Flores, ubicada en el majestuoso Lago Petén Itzá, Guatemala, ha sido reconocida por la OMT como uno de los Best Tourist Villages.
La Isla de Flores es un lugar que combina historia y modernidad. Como antiguo asentamiento de la civilización maya y último bastión de resistencia durante la conquista española, Flores conserva una profunda conexión con su pasado.
La distinción como uno de los Best Tourist Villages, por la Organización Mundial de Turismo (OMT), reafirma el compromiso de la Isla de Flores con el turismo responsable. Este reconocimiento posiciona a Flores no solo como un destino imperdible en Guatemala, sino también como un modelo para otras comunidades que buscan equilibrar el desarrollo turístico con la preservación de su identidad cultural y natural.
Un pueblo con historia
Sus calles adoquinadas y casas coloridas cuentan historias de una rica tradición cultural que se entrelaza con su vibrante vida contemporánea, esa es la Isla de Flores en Petén, corazón del mundo Maya.
La cercanía a los sitios arqueológicos más importantes de Petén, como Tikal, Yaxhá y Uaxactún, hace de Flores un punto de partida ideal para explorar el legado maya. Los visitantes también pueden descubrir museos locales y disfrutar de actividades culturales que conectan a los turistas con las costumbres y el folklore de la región.
Experiencias auténticas
En la Isla de Flores, el turismo no es solo una actividad económica, sino una herramienta para el desarrollo sostenible. Los hoteles boutique y restaurantes locales trabajan en armonía con el medio ambiente, promoviendo prácticas ecoamigables y el uso de productos locales. Los mercados artesanales ofrecen piezas elaboradas por comunidades cercanas, contribuyendo directamente a la economía de las familias del área.
Los paseos en lancha por el Lago Petén Itzá y las visitas a las islas cercanas brindan a los turistas la oportunidad de conectar con la naturaleza en un entorno que promueve la conservación y el respeto por el medio ambiente.
La Isla de Flores ofrece paisajes inolvidables: atardeceres sobre el lago, vistas panorámicas desde sus miradores y un ambiente tranquilo que invita a la reflexión. Su ubicación estratégica permite a los visitantes explorar la riqueza ecológica de Petén, incluyendo reservas naturales como la Biósfera Maya.
Las tradiciones locales también juegan un papel importante en la experiencia del visitante. Festividades como la celebración de San Bartolomé, patrono de la isla, ofrecen una ventana única a las costumbres y espiritualidad del lugar.
La Isla de Flores invita a viajeros de todo el mundo a descubrir su encanto, historia y hospitalidad. Ya sea explorando sus calles pintorescas, disfrutando de su gastronomía local o aventurándote a los tesoros arqueológicos de Petén, este destino promete una experiencia inolvidable. Con su reconocimiento internacional, Flores se consolida como un ejemplo de cómo el turismo puede transformar comunidades mientras preserva lo que las hace únicas.
Guatemala, destino a una civilización
