Vitalina "Liv" Sánchez es artista, fotógrafa, madre, esposa y también comadrona. Creó el podcast The Lost Quetzales (Los quetzales perdidos) para entrevistar a guatemaltecos adoptados en Estados Unidos. Buscó su raíz y la encontró en la Tierra del Quetzal.
Cuando tenía unos 12 años, Olivia Hart se preguntó quién era en realidad. Residía en Maine, Estados Unidos. ¿Por qué era físicamente tan distinta de sus padres? Se preguntaba. Ellos, le respondieron con la verdad: con mucho amor le explicaron que ellos la habían adoptado, a muy corta edad, de un orfanato en Guatemala y que la habían nombrado Olivia, para que tuviera un nuevo comienzo.
«¡Yo lo sentía, lo sabía. Me pusieron de nombre Olivia, pero no me sentía como una Olivia!», relata. Actualmente tiene 30 años, es esposa y madre, pero también hija. «Al saber de mi origen guatemalteco, me sentí aliviada y a la vez comencé una búsqueda», relata, en inglés, Vitalina. (Sí, cambió su nombre de Olivia a Vitalina, aunque para sus amigos es Liv, un diminutivo cariñoso).
Además, al saberse adoptada, ha buscado a más guatemaltecos adoptados en su niñez y que viven en Estados Unidos. Vitalina comparte sus historias a través de entrevistas, en inglés, en su podcast llamado The Lost Quetzals.
Pero toda esta búsqueda es para ser ella misma. La razón de ese cambio es el hilo que teje esta historia de búsqueda, de amor, de gratitud, de arte y también de nueva vida, literalmente.
"I'm very thankful with my adoptive parents"
Vitalina «Liv» Sánchez no habla español. Creció en Carolina del Norte y después en Maine. Está felizmente casada, su esposo es de ascendencia mexicana. Tienen 4 hijos. «Estoy muy agradecida con mis padres adoptivos por la oportunidad que me dieron, el apoyo para estudiar y superarme», expresa.
Elabora artesanías de macramé: arte de nudos con hilos y cuerdas; también es fotógrafa, un arte aprendido de su padre adoptivo, fallecido en 2023. Su trabajo de tejido se inspira en el oficio de las tejedoras mayas, pero mediante otro material; sin embargo, ella está consciente de que la vida tiene hilos muy finos que se entretejen.
Ofrece además el servicio de doula o comadrona, con preparación pre y post parto, mediante su emprendimiento Rooted Mama.
Vitalina significa "llena de vida"
La principal ocupación de Vitalina Sánchez es ser una «doula», una comadrona. Le da seguimiento natural a embarazos, ayuda con los partos y trae nuevas vidas.
«Es un trabajo hermoso ayudar a las mamás a dar a luz de una manera más tranquila, con menos dolor; se reduce el riesgo de necesitar cesárea y se da un acompañamiento posparto», relata Vitalina: un nombre que resulta muy significativo, ya que proviene del latín, que significa Vida. Pero no fue esa razón por la cual adoptó el nombre. Más adelante dice por qué.
«Me apasiona leer y aprender sobre las comadronas mayas de Guatemala, es tanta su sabiduría, generosidad y servicio. Me inspiran y son otra razón por la que me siento guatemalteca aunque siga mi vida en Estados Unidos», expresa.
Encuentra a su mamá biológica
Por años, Liv se dedicó a tratar de averiguar si su madre biológica vivía. A través de una investigación averiguó que en 1994, en la agencia de adopción le habían puesto un nombre tentativo: Eugenia, el cual fue cambiado.
«Lo que yo quería saber es cuál era el nombre que mi mamá me dio». Y según la documentación era Vitalina.
En 2020 se logró confirmar la ubicación e identidad de su mamá en Guatemala. Vive en Escuintla, junto a sus otros hijos y nietos. Desde entonces se mantienen en contacto a través de videollamadas. Ella le confirmó, en efecto, que su nombre original es Vitalina. Por seguridad no se dan más datos.
«Ella me contó que cuando yo nací, ella era víctima de violencia y en condición de pobreza; no tenía como alimentarme y por eso prefirió darme en adopción. Yo amo a mis hijos e imagino que fue una decisión muy difícil».
Superando barreras
«Yo sufrí de bullying y discriminación en los años de escuela, por mi color de piel y de cabello. Sé que no toda la gente es así, pero fue complicado», relata. «Eso mismo me hacía preguntarme por qué yo era así y por qué estaba aquí en Maine, donde no estaba mi raíz».
«La búsqueda de empleo ha sido complicada y por eso al ser doula encontré una manera de servir y de tener un ingreso. Con mi esposo luchamos juntos para criar y amar a nuestros hijos, pero la lucha económica es difícil, incluso para quienes somos ciudadanos».
No obstante, Liv es muy querida y apreciada en su comunidad; sus amigos siempre le animan a seguir adelante con sus sueños e ideales. La decisión del cambio de nombre fue incluso, abierta por ella, a recibir consejos y opiniones. «Agradezco el interés de tanta gente por mí. Y me llame Liv o me llame Vitalina, seguiré adelante, con el mismo cariño».
Transformación y crecimiento
Desde que Vitalina sabe su origen, ha buscado información sobre la historia y las culturas de Guatemala. «Es sorprendente cuántos valores y expresiones existen, pero lo increíble es venir de allá y que eso haya estado siempre de alguna forma en mi corazón».
Al momento de hacer esta entrevista, en su perfil de Facebook, aún estaba el nombre Liv (Vitalina) Sánchez. «Mis amigos me conocen como Liv. Me preguntan si lo seguiré siendo. Y sí, soy yo misma ahora, completamente». Pero al escribir este texto en el perfil dice Vitalina «Liv» Sánchez. Pero eso no cambia en nada su afán de ser feliz, de servir a los demás, de pintar, fotografiar y sobre todo, de ver crecer a sus pequeños hijos a su lado, a quienes cuenta que también ellos tienen algo del ADN de Guatemala.
The Lost Quetzales: looking for more adoptees
En su búsqueda de sentido e identidad personal como hija adoptada, Vitalina también empezó a buscar a otros jóvenes nacidos en Guatemala en una situación similar. «A través de redes sociales y avisos traté de preguntar si había alguien más en mi situación: un guatemalteco o guatemalteca que era estadounidense por adopción».
Así surgió, The Lost Quetzales (Los quetzales perdidos) un podcast de Spotify en el cual Vitalina lleva seis entrevistas efectuadas, diálogos de sinceridad, apertura y gratitud. Entre ellos se encuentra Julia Gagnon, estadounidense nacida en Guatemala,. quien actualmente participa y avanza en el concurso televisivo American Idol.