Häsler Gómez, el artista guatemalteco se convirtió en ganador de la codiciada beca Dedalus MFA Fellowship.
En un pequeño pueblo de Guatemala, donde las oportunidades parecían tan escasas como las pinceladas en un lienzo en blanco, nació un sueño que desafiaría todas las expectativas. Häsler Gómez no sabía entonces que su pasión por el arte lo llevaría desde las calles empedradas de su tierra natal hasta los prestigiosos salones de Virginia Commonwealth University, donde recientemente se convirtió en ganador de la codiciada beca Dedalus MFA Fellowship.
La historia de Häsler es un testimonio poderoso de que los sueños no conocen fronteras geográficas ni limitaciones económicas. Cuando llegó a Estados Unidos con la intención de estudiar neurociencia, llevaba consigo algo más valioso que cualquier título universitario: la determinación inquebrantable que caracteriza a nuestra gente centroamericana. Sin embargo, el destino tenía otros planes para él.
A mitad de su carrera universitaria, Häsler tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre. Decidió seguir su corazón y cambiar de neurociencia a psicología, para luego agregar escultura a sus estudios. “Si solo tengo una oportunidad de hacer algo, debería hacer lo que siempre quise hacer”, reflexionó en una entrevista reciente. Esta filosofía de vida, tan característica de quienes han tenido que luchar por cada oportunidad, se convirtió en el motor que lo impulsó hacia la excelencia artística.
Transforma lo ordinario en extraordinario
El arte de Häsler no es simplemente una expresión creativa; es una exploración profunda de lo cotidiano transformado en extraordinario. Sus obras, como “A FORCED PERSPECTIVE” y “A GRAIN OF SALT BETWEEN TWO TONGUES”, conceptualizan la realidad de maneras que invitan a la reflexión y al asombro. Su capacidad para encontrar arte en los charcos de una acera o en la humedad de un automóvil en un día caluroso de verano demuestra una sensibilidad artística que trasciende las barreras culturales y lingüísticas.
La beca Dedalus MFA Fellowship, valorada en $15,000, no es solo un reconocimiento económico; es una validación de que el talento guatemalteco puede competir y destacar en los escenarios más exigentes del mundo artístico internacional. Esta beca, otorgada por la Fundación Dedalus establecida por el aclamado artista estadounidense Robert Motherwell, se concede anualmente a solo cuatro estudiantes de programas de Maestría en Bellas Artes en todo Estados Unidos.
Lo que hace aún más inspiradora la historia de Häsler es su compromiso con la educación y la comunidad. Como asistente de enseñanza graduado, ha demostrado que el éxito personal se magnifica cuando se comparte con otros. Su profesora Kendall Buster destacó no solo su excelencia artística, sino también su generosidad, honestidad e inquisitividad, cualidades que han enriquecido la experiencia de sus compañeros estudiantes y profesores.
Häsler planea utilizar su beca mientras actúa como artista en residencia en el Massachusetts Museum of Contemporary Art, llevando consigo la influencia transformadora de su experiencia en VCU. “VCU era mi escuela de ensueño”, confesó. “Siempre será parte de mi historia. Siempre será parte de mí.”
Potencial de llevar más oportunidades
Su historia nos recuerda que cada migrante lleva consigo no solo esperanzas personales, sino también el potencial de enriquecer las comunidades que los acogen. Häsler Gómez no es solo un artista guatemalteco exitoso; es un embajador cultural que está redefiniendo lo que significa ser un artista centroamericano en el siglo XXI.
Para los jóvenes que leen esta historia desde cualquier rincón de Centroamérica, el mensaje es claro: los sueños no tienen límites geográficos, y el talento, cuando se combina con determinación y trabajo arduo, puede florecer en cualquier suelo donde se plante.
en donde la naturaleza, la historia y el misterio se combinan para ofrecer una experiencia única en el corazón de Huehuetenango.
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