A través de anécdotas, reunión con familiares y amigos, platillos tradicionales guatemaltecos, pero sobre todo con el recuerdo siempre vivo de las Navidades de infancia y juventud, migrantes le dan el sabor chapín a su conmemoración de fin de año.
“Nosotros celebramos una navidad Chapina siempre: tamales al estilo de la Costa Sur con hoja de plátano, carne de cerdo y gallina vieja”, comparte Walter Batres, presidente de la Red Migrante Guatemalteca, al ser consultado sobre cómo le da toque guatemalteco a su festejo navideño en Los Angeles.
“También preparamos y bebemos ponche caliente, con piquete o sin piquete.. escuchamos música de antaño, de nuestra adolescencia, canciones clásicas, para estar alegres”, cuenta.
Tradición y memoria con sabor guatemalteco
“Desde que llegué a Estados Unidos, impulsé la tradición de las posadas. Hice la primera posada, con una sola estación, nos dieron permiso en la parroquia a la que asisto y ahora visita más casas”.
“Pienso que ese es el toque guatemalteco que compartimos con otras comunidades latinoamericanas migrantes”, cuenta Lisset García, migrante guatemalteca residente en Florida, quien además ya preparó los deliciosos tamales.
“Yo aquí trabajo todos los días festivos, me gusta trabajar mucho, pero mi forma de celebrar con toque guatemalteco es mandar algo para que festeje la familia en Guatemala. Me da mucha satisfacción que estén felices”, cuenta el chef Juan Guarcas, del restaurante Bella Mía, en McCallen, Texas.
“Ahora aquí, mi alegría es dar ese mi toque chapín a la comida italiana que preparlo, que los disfruten mis hermanos hispanos y con más alegría ahora que ya estamos incluidos en la Lista de Sabores Hispanos de Texas”, comparte.
Navidad que sabe bien y se ve muy bien
La comida guatemalteca (tamales, costilla horneada, pepián, chile en escabeche, ensalada rusa) forma parte del sabor con el cual muchos connacionales disfrutan la velada de Nochebuena.
“Comemos tamales con pan francés. Y esperamos el 24 hasta la media noche juntos y en familia, también con amigos, para darnos el abrazo”, cuenta Pablo Mazariegos, educador, psicólogo y documentalista radicado en Tennessee.
“A mí me gusta siempre decorar mi casa con motivos guatemaltecos, para recordar ese ambiente que se vivía en la niñez, y compartirlo ahora con los más jóvenes”, dice Kiara Venegas, líder migrante radicada en Texas.
“Me encanta que disfrutemos el recalentadito el 25 de diciembre. Me gusta que mis hijos aprenda que son días especiales y que tenemos que convivir y compartir juntos. La pasamos de lo mejor al ver la alegría de mis hijos de abrir sus regalitos es lo más bonito. Una celebración simple pero con mucho amor y junto a ellos, le damos gracias a Dios por todas sus bondades y misericordia hacia nosotros y más bien hacia la humanidad”, expresa Letty Barán, desde Maryland.
“El toque chapín que yo le doy a la Navidad es cocinarle a mis amigos platillos y antojitos guatemaltecos” comparte el actor y comunicador migrante Mynor Osorio, radicado en New Jersey.
Para ello se prepara con antelación, pues este 24 de diciembre, como siempre, le tocó trabajar a pesar de la nieve y de la fecha. Sin embargo, ya en la Nochebuena espera poder estar con compatriotas compartiendo un tamal, ponche y sobre todo la hermandad.
Navidad es compartir con su propia tierra
Para Leonel Arenas, radicado en Connecticut, la Navidad es compartir con amigos allá, pero sobre todo con niños y familias, a la distancia, mediante el envío de uvas y manzanas a aldeas de La Gomera, Escuintla, su tierra natal. Esto es posible gracias a las donaciones de otros migrantes guatemaltecos.
Cada año ya es una tradición junto con la entrega de juguetes. “Es una forma de agradecer a Dios lo que nos da, dando a los demás”. Para este fin, Arenas cuenta con el apoyo de su hijo, quien se encarga de llegar a las áreas más necesitadas.