La comunidad lingüistica maya chuj tiene unos 91 mil hablantes en Guatemala, muchos de ellos en los municipios de San Mateo Ixtatán y San Rafael Coatán, Huehuetenango. Pero también hay en México y EE.UU., donde luchan por mantener su identidad.
La región Chuj ocupa un área montañosa, escarpada, de clima es frío, bosques húmedos y suelos poco fértiles, del departamento de Huehuetenango, región noroccidental de Guatemala.
Cuentan los abuelos que los primeros pobladores de la comunidad Chuj eran integrantes de varios grupos, entre los cuales estaban los Ixtatanecos y los Coatanecos, que se conjugaron con otros pueblos provenientes del norte. Hace unos 2 mil años, el idioma Chuj se separó del Q’anjob’al. Tienen un tronco común, pero son totalmente distintos y por lo tanto se convirtieron en comunidades separadas.
El pueblo Chuj está rodeado e incluso comparte vida con pueblos que hablan los idiomas Akateko, Q’anjob’al y Popti’, diferenes pero de origen común y relacionados entre sí. Los Chuj también tienen presencia en Chiapas, México.
Sitio prehispánico evidencia la antigüedad de la presencia chuj
Núcleo geográfico del pueblo chuj
Territorial,ente, la comunidad chuj tiene su principal núcleo en los municipios de San Mateo lxtatán, San Sebastián Coatán y algunas aldeas de Nentón, Huehuetenango, abarcando una extensión territorial de 730 kilómetros.
Su población estimada segun datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2008, es de 91 mil 391 hablantes. Se debe tomar en cuenta que hay desplazamientos migratorios hacia territorio mexicano, en donde habita una comunidad de unos 8 mil chuj, que quedaron allí desde la división limítrofe entre Guatemala y México establecida en 1882. En tiempos del Conflicto Armado Interno también hubo migración a México para escapar de la violencia.
En Estados Unidos se registra presencia Chuj, en las ciudades de: Phoenix, Arizona; Del Río y McAllen, Texas; Chicago, Illinois; Atlanta, Georgia; Raleigh, Carolina del Norte y Nashville, Tennessee, segun datos de la Red Consular guatemalteca.
Vida diaria y valores del pueblo chuj
La familia Chuj se destaca por su unión familiar, hay relación cercana de abuelos, padres, hijos solteros, hijos recién casados y nietos. El jefe de la familia es el varón de mayor edad. Cuando un hijo se casa el padre le ayuda a construir una vivienda propia y le cede un pedazo de terreno, si el padre lo posee.
Cuando mueren los abuelos y padres, es el hijo mayor contrae la responsabilidad de velar por la unión familiar. Cada vez más en la actualidad algunos hijos prefieren separarse y formar un nuevo núcleo familiar. Esta situación se ha incrementado a raíz de la migración hacia Estados Unidos.
El matrimonio se considera sagrado, algunas familias practican las antiguos ceremonias para casarse. Los esposos se deben respetar toda la vida compromiso contraído ante los padres, abuelos, hermanos, padrinos y ancianos de la comunidad, porque el respeto y obediencia a los mayores de edad es principal valor moral de la familia. Como en la antigüedad muchas familias viven dispersas, pero se reúnen paro resolver problemas, paro ayudarse en el trabajo y celebrar fiestas entre otras actividades.
Tradiciones de la comunidad chuj
Durante el siglo XX los ancianos se encargaban de rezar y hacer sacrificios para propiciar abundancia de cosechas, protección y bendición poro el pueblo. Las ceremonias se realizaban al pie de las cruces, en el templo, y altares en los cerros. Los ritos se celebraban en los cuatro cuatro puntos, los puntos sagrados se denominaban: Bobi, Chikin Witz, Xulem K’een y Xmiim.
En la comunidad Chuj se celebra el Hoye k’u. Son los cinco días complemento de los 18 meses de 20 días del calendario maya Chol Ab’ . Es el Wayeb, para otras poblaciones mayas.
Es un tiempo que se considera sagrado, son días para la oración, ofrenda, reflexión y agradecimiento, así como propiciatorio para pedir al Creador, protección parar las personas así como abundantes y buenos frutos, milpas y otros cultivos.
Indumentaria tradicional del varón chuj
Muchos hombres usan todavía el tradicional “capixay”, una prenda de vestir que proteje del clima frío de la región. Esta es una especie de carpa corta, que también cubre el frente del cuerpo. Se confecciona con dos piezas de lana negra unida por los lados, las mangas las forman piezas rectangulares que no están cerradas y permiten que los brazos salgan por la bocamanga.
Es una prenda común con otras etnias como la Q’anjob’al, pero con leves variantes en diseño y decoración. Es de lana extraída de ovejas que se crían en la región, generalmente elaborado por el hombre que lo usa. Se teje en telar de pie.
La camisa, durante el siglo XX, era de manta blanca con cuello redondo o cuadrado. El pantalón también era de manta, este se confecciona actualmente de variedad de telas industriales blancas.
Indumentaria tradicional de la mujer chuj
Las mujeres visten corte (especie de falda larga) color rojo con rayas blancas, verdes y negras. El corte se sujeta a la cintura por medio de una faja. El huipil o “nip” es de diseño, tamaño y de colorido admirables. El huipil ceremonial o “k’apak nip”, se confecciona con siete varas de manta blanca que se disponen en varias capas de esta tela, “reúne bordados de lana a mano de seis figuras de estrellas alrededor del cuello, cuatro de las cuales se relacionan con los puntos cardinales.
“Otros bordados representan caminos, nubes, montañas, luciérnagas, venados, flores, mariposas, aves, jaguares, y hasta perros, símbolos de la flora y la fauna que es debemos respetar y cuidar.” describe la señora Olga Par Jorge, bordadora.
Se calcula que la elaboración de este huipil puede llevar de 9 meses a 1 año. Basta indicar que se invierten dos días de trabajo para dibujar las formas de animales y flores y otras que integra el diseño. Este huipil lo usan las mujeres embarazadas, y al nacer el niño también esta térmica prenda de vestir cubre al infante del frío y al amamantarlo. Durante la segunda parte el siglo XX se le agregó a esta vestimenta un cuello o pechera de encajes de diversos colores.