Magnífica y deslumbrante danza ritual maya k'iche de Momostenango, Totonicapán solo se presenta cada dos años. Más allá de su colorido, alegría y acrobacia, tiene un profundo sentido ceremonial que empieza 9 meses antes.
Entre las Danzas de Guatemala, la danza del Venado de Santiago Momostenango, Totonicapán, tiene tigres, leones y monos. Integra elementos de danzas de similar temática, es literalmente única en Guatemala y el mundo entero. De hecho para unos su nombre es Danza del León o del Tigre y para otros es Danza de los Monos. Pero más allá del nombre, lo relevante es que sigue existiendo con un profundo sentido espiritual.
Se presenta en años alternos pero su preparación lleva 9 meses como más adelante veremos. El 22 de enero del año de presentación se efectúa el corte del tronco ritual, con permiso de los ancestros y las divinidades mayas. Y también empiezan los ensayos.
Esta danza exige, de sus danzantes, “creer” en lo que están haciendo, para hacerlo bien. El significado central de la danza es fijar un “centro del mundo”: el árbol o poste, alrededor del cual giran las actividades. Algunos detalles de alto significado, a continuación.
Esta danza abarca nueve miembros, representados por “nueve tiestos o tejas en las que se queman copal y velas” durante las ceremonias.
Actúan:
Dos tigres o jaguares.
Dos pumas o leones de montaña.
Cuatro monos (llamados c’oy en K’iche’, que significa “monos araña” o micos).
Un guía espiritual y protector, el chuch kajaw de la danza.
Personajes en la Danza del Venado 2025 Momostenango captados por Abel Juárez
Preparación ritual
Muchos danzantes son provenientes de la aldea de Xequemeya y con antecedentes familiares en la danza. La tradición de liderazgo es hereditaria.
La danza implica un extenso ciclo de preparación y ceremonias que se extiende por nueve meses: desde el 2 de noviembre, el patrocinador de la danza visita la imagen de Santiago para anunciar la intención de realizar la danza el siguiente julio. Esto marca el inicio de un período de “costumbre” de nueve meses y dos semanas.
Días sagrados de memoria ancestral
El 22 de enero, se corta un pino o cedro de 50 pies y se erige en la casa del patrocinador para ensayos mensuales hasta julio. Los danzantes adquieren sus “tiestos” de cerámica para ofrendas.
Las máscaras y trajes también tienen un período de preparación y bendición.
El fuego es el “símbolo ritual central”, un medio de comunicación donde “si el fuego arde brillantemente y consume las ofrendas, es una muestra de que estas son aceptables y de que todo está bien. Si el fuego echa humo o se debilita… es una señal de que hay un problema con la ofrenda… o, más probablemente, con la pureza personal.”
La fiesta empieza el 21 de julio
Ensayos con Vestuario (19 y 20 de julio): Se realizan los últimos ensayos con vestuario, donde se consagra el campo de danza con las “tejas” de los danzantes. Durante estos ensayos, se producen interacciones cómicas y agresivas entre los personajes.
Entrega de Flores (21 de julio): Los danzantes, acompañados por la marimba, marchan al pueblo desde C’oy Abaj para entregar ramos de flores a las autoridades municipales y al sacerdote en la iglesia, pidiendo permiso y mostrando subordinación.
Cada dos años
La ejecución pública se inserta en meses de preparación y tiene lugar en la plaza frente a la Parroquia Santiago el Mayor en donde se instala el tronco cortado en enero. Las Pruebas en la Cuerda: El jaguar, el león y los dos monos realizan “trucos acrobáticos peligrosos en una cuerda suspendida a 70 pies sobre la plaza”.
La música es interpretada por una marimba de un solo teclado con 22 teclas y una flauta de caña de seis hoyos. La flauta generalmente refleja la melodía de la marimba.
La Danza de los Monos y el culto al Patrono Santiago en Momostenango son ejemplos vibrantes de la continuidad y adaptación de la cultura K’iche’ en el siglo XXI. A pesar de los desafíos modernos, estas prácticas persisten, impulsadas por la fe, la tradición familiar y la unión de la comunidad k’iche de Momostenango.
Tradiciones inemoriales sin fronteras
