Relato de una infancia llena de retos y limitaciones, la migración y sus logros como biólogo y director del Museo de Aves de Camarillo, California están en El Lustrador, libro biográfico de René Corado cuya edición de 10 años se lanzará en Guatemala el 25 de enero
René Corado está muy emocionado. Cuenta que nunca pensó tener tantos lectores y menos aún historias de recuperación, reinvención y reinicio en las vidas de tantas personas gracias al relato de las dificultades que vivió cuando era niño: su vida como lustrador, los momentos en que tuvo que buscar comida en la basura, los sueños de ser profesional que en algún momento parecían imposibles.
¡Pero no fueron imposibles!
El próximo 25 de enero en DeMuseo Majadas, zona 11 de la ciudad de Guatemala, el biólogo y director del museo de aves de Camarillo, René Corado, autor de El Lustrador, celebra los 10 años de su libro con el lanzamiento de una edición especial y la proyección de su documental El Lustrador.
Por ello le hicimos algunas preguntas, que amablemente accedió a responder:
¿Cómo le ha cambiado la vida El Lustrador a Ud. después de 10 años de haber sido publicado?
Nunca pensé ser figura publica ni pretendí ser ejemplo. Solo quería compartir la ruta de vida que tuve. Pero en el camino resulta que me han dicho, mucha gente, que he sido ejemplo para muchos jóvenes y no tan jóvenes.
Eso es una responsabilidad muy grande, porque tengo que seguir adelante. No es cosa de «publico un libro y me quedo sentado» o aquello de «haz fama y échate a dormir», no. Aquí es «haz fama y ya no vas a dormir» (ríe).
El Lustrador me ha hecho más feliz. Ha guiado a muchas formas a cambiar la forma de pensar de una forma que no imaginé. Yo mismo soy más positivo y alegre con la vida.
¿Qué es lo más bonito que le han dicho sobre El Lustrador?
De todo. Lo más bonito es conocer a tanta gente gracias a El Lustrador. Pero de los comentarios, me alegró mucho saber que algunos escribieron su propia biografía o su propia novela. Otros decidieron aprender un oficio, otro idioma o regresar a la universidad o incluso a la escuela. El Lustrador les ayudó a terminar lo que habían comenzado, o a empezar lo que no habían querido. Porque les mostró que nunca es tarde.
Hay algo que se repite bastante: personas que me dicen «pensé que mi vida fue dura y me había dado por vencido, pero al ver la historia de El Lustrador, ví que puedo y debo seguir adelante. Alguien estaba en cama, creyó que nunca se iba a recuperar, pero tras leer el libro, deseó recuperarse y lo hizo.
Los proyectos educativos son otra diferencia en 10 años. Surgieron gracias al libro y las ventas se dedican a esos proyectos de la Fundación El Lustrador. Están avanzando y se han agrandado. Hoy ayudamos a más escuelas y bibliotecas; estamos en Morazán, mi pueblo y otros departamentos. Pensamos seguir creciendo.
Acá en Estados Unidos, varias escuelas han utilizado mi libro como lectura y he estado trabajando también con niños migrantes que no hablan el español, les doy un tour por el museo en español pero les invito a que aprendan y le pierdan el miedo al inglés. También me contratan para dar presentaciones y conferencias…
¿Qué destacaría más de la edición de 10o. aniversario de El Lustrador?
Diez años se han ido volando. Es un orgullo celebrar estos 10 años con una actualización del libro. En esta edición se amplían algunos detalles de aventuras y hay más motivación. Vamos incluir lo que ocurrió después de la presentación del libro: muchísimas experiencias bonitas y positivas.
Además, durante esta presentación se proyectará el documental El Lustrador, con el que fuimos premiados en el Festival de cine de Antigua. Esto será el 25 de enero a las 18 horas en DeMuseo Majadas zona 11.
¿Qué ha aprendido usted en estos 10 años?
He aprendido que muchas veces las personas no es que necesiten dinero. El dinero no lo es todo. Sí sirve, pero lo que necesitamos más que dinero es motivación: creer en vos mismo, creer que vos sos importante, crees que vos podés hacerlo, que vos sos inteligente.
Yo puedo ser mejor cuando descubro el valor de mis raíces para salir adelante siendo yo mismo. Porque se triunfa al ser uno mismo ante la vida.