René Corado es un biólogo, escritor y motivador guatemalteco que dirige un museo en California. Viajó a Guatemala junto a su familia para pasar las vacaciones en puntos turísticos del país. Esta es una síntesis de ese inolvidable paseo.
René Corado el migrante de los sueños y las luchas, está de paseo en Guatemala con motivo de su cumpleaños y su participación en la boda de una familiar, esta oportunidad ha abierto un mar de emociones para el biólogo, pues le ha permitido compartir sus raíces.
Corado llegó a Guatemala el pasado 16 de agosto para participar en la unión de una pareja, pero también para compartir con su familia lo emocionante de sus aventuras de niño, qué, aunque no todo fue de color de rosa, ahora es un hombre que ha demostrado que con educación y esfuerzo se puede salir adelante.
En esta visita su prioridad era que parte de su familia conociera de donde salió y lo importante que es reconocer su cultura y desarrollar ese amor por la patria.
Aunque Corado visite Guatemala dos veces al año, para él sigue siendo un momento de emoción, el poner sus pies en tierras chapinas y compartirlo con sus seres amados es aún más especial.
A René en esta oportunidad lo acompañaron tres de sus hijos, cinco nietos, una cuñada y una sobrina desde California.
Conociendo donde todo empezó
Su primer destino fue Morazán, en El Progreso, lugar de donde es originario Corado, fueron a conocer de donde es su abuelo, la casa de adobe que lo vio crecer y formarse.
Su próximo lugar que visitaron fue Retalhuleu, el parque de diversiones que se encuentra en la localidad y que fue el escenario para compartir con sus seres queridos unos momentos de diversión.
Sus próximas paradas fueron: Atitlán, Antigua Guatemala, Hobbitenango, Auto Safari Chapín.
Dentro de las actividades que resaltó Corado, fue la visita al Palacio Nacional de la Cultura en zona 1 y en la Tipografía Nacional, donde se les hizo un recorrido por el lugar, mostrando los avances tecnológicos en la impresión de documentos.
Durante su estancia en la zona 1, también aprovecharon para comprar unos recuerditos para sus amigos, en el mercado central.
Ahora Corado se encuentra visitando uno de los lugares con más devoción y fe de Centro América, que es Esquipulas, donde comparte con sus seres queridos la magia de estar en el centro de la capital de la fe.
También ha servido para que la familia del escritor conozcan otros lugares, convivan con la naturaleza y muestren las bellezas del país a sus amigos.
En Esquipulas René le pidió al Cristo Negro que le permita compartir más aventuras con su familia y que los mantenga sanos y unidos.
Visitando la cuna de la civilización maya
Su próximo destino será Tikal, donde espera mostrarle a sus hijos, nietos y resto de la familia la importancia de la cultura maya en los guatemaltecos y principalmente su influencia en las tradiciones de Guatemala.
En Petén aprovecharán para hacer una pequeña celebración del cumpleaños de René, acompañado de la majestuosa selva petenera y rodeado de la cuna de la civilización maya.
Sin embargo, la verdadera fiesta se llevará a cabo en la casa de sus suegros, donde partirán un delicioso pastel, acompañado de un delicioso pache de papa, con motivo de la festividad de René y su vida.
Aventuras en el viaje
Durante su recorrido por Guatemala ocurrió algo que tenía años de no pasarle a don René, pues para llegar a uno de sus destinos, tuvo que subirse a una motocicleta, pero no solo allí, pues, su destino era abordar una unidad de los buses Esmeralda.
Esta aventura le impacto a René, pues mencionó que no se debe olvidar de donde se viene, porque en algún momento se puede regresar a ese punto, lo importante es reconocerlo y verlo con mejores ojos.
Debido a un accidente en la carretera, René pudo compartir con su hijo platicando por más de cuatro horas, porque el bus se quedó detenido en la ruta, eso lo aprovecho para hablar de la vida y sobre su historia.
Una de las cosas que más le gusta a René de estar en Guatemala es compartir un atol de elote con su familia en San Lucas y en esta oportunidad lo pudo hacer.