"Mis padres me enseñaron a amar a Dios y a Guatemala. Por eso para mí es un sueño hecho realidad ser convocado a la Selección", dice Jared Solís, poco antes de abordar el vuelo desde Misuri a la concentracion de la Sub-17 en ciudad de Guatemala".
Apenas en junio, SoyMigrante.com compartía el gran sueño de Alex Solís, migrante guatemalteco radicado en Carthage, Missouri, en donde trabaja con maquinaria de un aserradero: que sus dos hijos, Jared (15) y Hamilton (13), pudieran un día formar parte de la Selección Nacional de Futbol.
El talento de ambos brilla al punto que recibieron becas de la prestigiosa escuela futbolística Rush. Pero en la última semana de septiembre, una parte del gran sueño se cumple: Jared fue convocado por la Federación Nacional de Futbol de Guatemala para integrarse a la Selección Sub-17. Viaja este domingo rumbo a la Tierra del Quetzal. «Me siento muy feliz de representar a la azul y blanco», dice Jared en la entrevista desde Missouri, poco después de un entrenamiento.
¿Como nace el deseo de representar a Guatemala en la selección Sub17?
Desde muy pequeño, quizá como de cinco años, soñaba con lucir la azul y blanco y representar a Guatemala. Es la patria de mis padres y por eso también es mía. Ya cuando entré a la primera academia Midwest, continué con esa meta y ahora que estoy en Rush, se logra. Es una gran alegría.
¿Cómo te sientes tras ser convocado?
Bien feliz, yo estoy bien feliz porque voy a representar a mi país, el lugar donde nació mi padre y mi madro. Bien contento ando, porque era un deseo que yo quería lograr. Guatemala está en mi corazón porque mis padres tuvieron que salir de allá pero nunca se olvidan.
En la academia Rush fuiste becado ¿cómo es la exigencia allí?
Tiene un nivel alto en el que aprendí bastante. He aprendido mucho y me ha dado formación de futbolista, con una visión clara de metas. Sobre todo la disciplina.
¿Cómo es la exigencia de disciplina?
Es esa forma de practicar y practicar, todos los días, sin cansarse. Tener fe y cuando comedo errores, debo aprender de ello. Las ganas de superarte siempre tienen que ser más fuertes y ahora con este llamado a la selección me motivo a seguir aprendiendo.
En la selección vienen jóvenes de varias partes de Guatemala, también otros jóvenes hijos de migrantes ¿Cómo visualizas la formación del espíritu de equipo?
Pues hablar, hablar, mostrar lo que se puede hacer, pero combinarlo con los demás talentos. Todos tenemos un talento y debemos conocernos. En la selección seremos como una familia, somos hermanos y todos podemos hablar. Es importante tener fe en nosotros y también en cada uno de los demás, para dejar todo en la cancha.
¿Cuáles son los grandes valores que has aprendido de tus padres?
Dios. Mis padres me enseñaron siempre a hablar con Él, a agradecerle por cada día y pedirle su ayuda. Sin Dios nada somos, todo se lo debemos a él y por eso debemos adorarle. Por eso Dios es lo primero para mí.