Una pasantía de seis meses en 2011 se convirtió en ruta de transformación para el migrante y arquitecto guatemalteco Axel Cifuentes, quien hoy trabaja con sus tres hermanos en su propia compañía de construcción y bienes raíces en Oklahoma, EE.UU.
En 2011, Axel Cifuentes estaba a punto de graduarse de arquitecto en Quetzaltenango, Guatemala pero en busca de experiencia laboral consiguió un interinato en una empresa de Oklahoma, Estados Unidos. Era por seis meses, pero nunca imaginó que se volvería un viaje de por vida.
«Nada es casualidad, pienso que Dios tiene un plan, porque muchas cosas sucedieron para que hoy estemos juntos aquí», dice Axel, quien actualmente vive en Dallas, Texas, pero que fundó junto a sus tres hermanos, Alejandra, Emilia y Danilo Cifuentes, una compañía de construcción, remodelación y bienes raíces con la cual trabaja proyectos en EE.UU. y también en Guatemala.
"Perder el miedo a hablar, preguntar y al posible "No" es vital"
Axel relata: «El plan inicial del interinato era por seis meses. Tuve que posponer mis examenes de graduación para poder viajar. La empresa era una petrolera, en un pequeño pueblo de Oklahoma. Mi inglés era muy básico, así que tuve que mejorarlo rápido y no fue facil. Pero al cabo de seis meses me dicen: nos gusta tu trabajo, además nos estas ayudando mucho a traducir inglés a español, ya que tenían muchos empleados de habla hispana. Tramitan que me quede otros seis meses. al año ya para regresar a Guatemala, me dicen: ¿Te gustaría venirte a trabajar de tiempo completo? volví a Guatemala a sacar mis privados, a graduarme y vuelvo a Oklahoma. Me quedé siete años y ellos me ayudaron a tramitar mi residencia».
Todo parece de ensueño, pero no fue fácil, relata Axel: «Yo lloré, me sentí solo. No tenía amigos, no conocía a nadie, no hay con quien conversar ni tomar un café. Esa transición fue muy difícil».
Dos cosas le ayudaron a sobrepasar aquello: «Confiar en Dios es la primera clave. No podría estar donde estoy solo por mí mismo. Pero también hablarle a las personas. Acercarte a un extraño y preguntarle: ¿Podrías regalarme una hora para conversar y mejorar mi inglés? Así conocí a gente fantástica. Eran ciudadanos americanos a quienes les hacía la pregunta. Eran extraños y hoy son mis amigos. Perder el miedo a hablar y preguntar es vital. Te pueden decir que no, pero otros aceptaban con gusto y yo les contaba quién era, de donde venía y cómo era mi país».
Ve la mano de Dios en tantas puertas abiertas
Mientras trabajaba en su primer año, la compañía le preguntó a Axel: «¿Conoces a alguien más que trabaje así como vos?». Axel llamó a su hermano Danilo Cifuentes, ingeniero, quien aceptó el reto. Regresó por él a Guatemala, efectuaron los trámites de visa de trabajo. «Nos venimos los dos. Viajamos por tierra desde Guatemala en un Toyota Hilux. Cruzamos todo México, hasta Oklahoma».
Axel agradece y atribuye todo su viaje a Dios: «Fue un milagro que me hayan dado visa de trabajo desde el inicio. Aún no era arquitecto, no me había graduado. Fue un milagro que una empresa en un pueblo muy pequeño abra la oportunidad a dos hermanos hispanos de sacar visas de trabajo. Es increíble. Es difícil que le den la visa de trabajo a una persona, menos a dos hermanos en tan poco tiempo».
Evalúa algo más: «Además, los de la empresa bien pudieron contratar a alguien de la zona y le hubiera resultado más económico, porque a nosotros nos dieron tiempo, recursos, abogados. Todavía hoy no me lo explico. Y el trámite de la residencia se hizo con ayuda de la misma empresa. Trabajé con ellos siete años y me apoyaron con todo el trámite. Mi permiso sale en febrero y la empresa quiebra en marzo.Podrías decir es coincidencia, pero yo no lo creo. Es Dios».
Surge el emprendimiento de Los Cifuentes
Durante la pandemia, Axel trabajó con una empresa de metalurgia. Pero su sueño era poder desarrollarse en arquitectura «Esa era mi pasión, mi carrera, mi campo y no había podido practicarlo. Entonces aparece una una firma familiar de arquitectos en el estado de Oklahoma. Me contratan y me empiezan a enseñar, a actualizar. Lo que uno aprende en la carrera de Guatemala es muy distinto a lo que hace en Estados Unidos y además no había tenido experiencia en arquitectura durante siete años. Todo era nuevo: los conceptos, la tecnología, los programas de diseño. Me enseñaron tanto: otro milagro».
En 2022 surge la idea del emprendimiento familiar, entre hermanos, inspirados en ideas inculcadas por su padre. «Mi papá en Quetzaltenango invertía en propiedades ara venderlas. La tierra gana valor. POr eso mi hermano Danilo es ingeniero civil. A él le gusta ejecutar la construcción y a mí el diseño. Así que un día comenzamos la empresa. Competíamos contra empresas estadounidenses con experiencia y tamaño».
Axel reconoce que ser guatemaltecos es un gran valor pero a la vez fue un reto descubrirlo. «Mi hermano me animó, se tiró al agua y me jaló de los pies cuando yo estaba de huir. Se empezó un proyecto, después otro. Funcionó, empezamos a crecer. Luego se involucraron mis hermanas: Alejandra, que es abogada; y Emilia que también es ingeniera civil».
Publicidad en redes sociales de una de las casas adquiridas y remodeladas por CV Design and Construction, la compañía de los hermanos Cifuentes en Oklahoma.
Unión de talentos: el mayor tesoro
Los cuatro hermanos tienen claro que en la empresa son socios profesionales. Arreglan las diferencias de opinión buscando un punto medio. «A nosotros se nos enseño este orden: Dios,familia y por último dinero. Eso nos ayuda a mantener el balance y los objetivos».
Axel es el artista del equipo. Al remodelar una casa no hace dibujos, sino descripciones, «insights», texturas y colores. «Esta pared la podemos mover, calculo el color de la pintura de acabados y lo describo. si me piden un modelo en 3D o un dibujo no mucho me gusta. Trabajo con la intuición y la creatividad. Claro luego viene la transición, cuando mi hermano, ingeniero me dice: esto no lo podés mover por la estructura. el pone las reglas, yo soy más artesanal y acompañar el proceso hasta que queda como lo imaginé.
Axel vive ahora en Dallas, en busca de mayor proyección para la empresa, comenzar proyectos en Texas y su sueño es expandirse a más Estados. Competir con compañías más grandes, tener proyectos ya no de casas sino de edificios. La diferencia es que al inicio teníamos miedo. Hoy no. vamos seguros de la mano de Dios».