Los migrantes guatemaltecos Guadalupe y Héctor vinieron de vacaciones a Guatemala este agosto de 2023. Viven en Houston, Texas desde 1979 en formaron una familia con amor por Guatemala. Tienen tres hijos y la menor de ellos, Elizabeth, se hizo viral por su labor como maestra
Amor sin fronteras
Guadalupe y Héctor se conocieron en una cafetería próxima al parque Central de Quetzaltenango, Guatemala. La visita de Héctor era constante. Él disfrutaba de los desayunos y almuerzos que vendía la tía de Guadalupe, mientras ella ayudaba. Así la magia ocurrió entre dos jóvenes con sueños y amor.
Tras una temporada económica difícil ella toma la decisión de migrar a Estados Unidos. Esto dejó el corazón roto a Héctor. Ambos se prometieron llamarse y enviarse mensajes “Nos escribíamos y llamábamos por medio de Guatel, en aquel entonces. Usábamos las cabinas 3 y 8”, recuerda él.
Después de tres años Héctor decide migrar a Estados Unidos. Dejó estudios y familia, por situaciones económicas, pero también para reencontrarse con el amor de su vida, aunque fue una decisión riesgosa fue un total éxito amoroso. “A los tres meses nos casamos en Estados Unidos y empezamos a formar nuestro hogar”, recuerda ella.
Fruto de su matrimonio en Estados Unidos nacen sus tres hijos: Laura, Yonathan y Elizabeth, quienes a pesar de nacer en dicho país admiran y valorar las tradiciones culturales del país de origen de sus padres ,tal como lo demuestra Elizabeth en las clases de español que imparte en escuelas de Estados Unidos. Por ello al momento de las fotografías, lucían playeras dedicadas a ella.
“Crecí y me desarrollé bajo las actividades culturales en las que participaba como reina indígena y bailes tradicionales, por eso tratamos de inculcar nuestra identidad cultural”. Los esposos Cotí llevan ya más de 40 años de casados.
De visita en la bella Xelajú
En 1,989 llegan de visita a Guatemala luego de diez años en Estados Unidos, un lapso largo y esperado para reencontrarse con su familia, después logran su estabilidad y les permiten viajar durante vacaciones.
Siempre que pueden los esposos Coti visitan Guatemala en especial el departamento de Quetzaltenango, por su ambiente, costumbre y platillos tradicionales que le hacen recordar su niñez y el amor que nació por esposa Guadalupe
“Xela me vio nacer y trato de inculcar valores a mis hijos sobre nuestras raíces, por ejemplo, hace tres años traje a mi hijo mayor con sus hijos y esposa y les encanto”, dice él.
El objetivo de los esposos Coti es inculcar y no perder las raíces, ya que forman parte de su historia y sobre todo de la identidad como guatemaltecos. “Lograr inculcar a mis nietos sobre nuestra cultura y disfrutar Guatemala”, expresa Lupe.
Héctor se ha dedicado a trabajar en una compañía de piezas para sacar petróleo y chofer de camiones de carga.
Guadalupe se dedicó 18 años a trabajar en la High School Sabine en el área de caja, actualmente se encuentra jubilada y él espera hacerlo en los próximos años para disfrutar más seguido de su tierra natal con su familia y en especial con su esposa.
Comparten orgullo y alegría
Con lágrimas de felicidad Guadalupe expresa: “Estoy muy agradecida con el pueblo guatemalteco y la comunidad hispana por el apoyo que le han brindado a mi hija, los maestros han formado a grandes profesionales, médicos, ingenieros”.
Por muchas circunstancias las personas dejan su tierra y el camino que lleva el migrante es sufrido y peligroso, “El sueño americano lleva un proceso difícil; hambre, frío, muertes y por eso se debe pensar. En cualquier país hay recursos, pero depende de cómo nosotros lo desarrollamos”
El éxito de la familia Coti se basa en respeto, confianza, valores y humildad. “Primero gracias a Dios por la familia, doy gracias porque logrado mantener a mi familia y hemos tratado de inculcar buenos valores para no olvidar nuestras raíces”.