Los sombreros de Esquipulas son una artesanía emblemática y un recuerdo perfecto. Están cargados de adornos, pero sobre todo de historia, tradición y devoción de sus visitantes.
En las calles aledañas a la Basílica del Cristo Negro de Esquipulas, en el oriente de Guatemala, se exhibe y vende una artesanía verdaderamente simbólica, que suele ser el más claro recuerdo de la peregrinacio´n de visitantes nacionales e internacionales: los llamativos y coloridos sombreros decorados de Esquipulas.
Estos sombreros no solo destacan por su diseño minucioso y su decoración brillante, con miniaturas de frutas, flores, cruces y trenzas de pino de colores: también encierran una historia de fe, tradición y artesanía que se ha transmitido de generación en generación. Son un símbolo guatemalteco inconfundible que ha sido noticia después de que el Papa León XIV recibiera uno… pero también su antecesor, el Papa Francisco lució uno con alegría.
¿Qué son los sombreritos de Esquipulas?
Los sombreros de Esquipulas evocan a los peregrinos que visitaban el santuario del Cristo Negro en siglos pasados,. Están confeccionados de hoja de palma y decorados con las famosas tiras o gusanos de pino de Esquipulas, con colores como morado, amarillo, magenta, verde y azul.
¿Como surgieron? En siglos pasados, cuando solo se llegaba al Santuario a pie o a lomo de mula, el viaje de peregrinación llevaba varios días. Los visitantes, poco antes de entrar a Esquipulas pasaban por un sitio llamado Cruz Alta. Allí había mucho musgo, pinos, vegetación y flores. En señal de agradecimiento por estar próximos a ver al Santo Cristo, adornaban la Cruz Alta con elementos vegetales, frutas y flores.
A la vez, se hacía una petición, una intención o agradecimiento: se adornaba el sombrero, que antes era una prenda usual, con los mismos elementos colocados en la Cruz. Y con este sombrero se llegaba hasta los pies del Santo Cristo de Esquipulas. Esto se volvió una tradición y una artesanía, utilizando elementos propios.
Actualmente los sombreros tienen el tradicional gusano de pino, medallas, pequeños objetos icónicos como cruces, cántaros, pequeñas aves y lo que la devoción inspire. Se incluyen también tiras de otros materiales brillantes, collares y lo que la fe indique.
¿Por qué tienen tanta decoración?
La decoración extravagante de los sombreros de Esquipulas tiene raíces en la devoción popular. Se cree que el uso de colores vivos y elementos brillantes es una forma de rendir homenaje al Cristo Negro, representando alegría, esperanza y fe. Además, los peregrinos ofrecían estos sombreros como promesa o agradecimiento por los milagros recibidos.
La ornamentación también refleja la influencia de las tradiciones mayas y mestizas que han convivido en la región, combinando lo sagrado con lo festivo. Los sombreritos no solo son objetos religiosos, sino también símbolos de identidad local.
Historia y evolución
La tradición de los actuales sombreros de Esquipulas data de principios del siglo XX, cuando los vendedores comenzaron a fabricar recuerdos pequeños para los peregrinos que llegaban de todo el país. Con el paso del tiempo, los sombreritos se volvieron más elaborados y pasaron de ser un accesorio utilitario a una obra artesanal con valor simbólico.
Hoy en día, son uno de los objetos más buscados por los visitantes de Esquipulas, especialmente durante la fiesta del Cristo Negro cada 15 de enero.
Precio y comercialización
El precio de los sombreros varía dependiendo del tamaño y los detalles. Los modelos más sencillos pueden costar entre Q10 y Q20, mientras que los más elaborados, con decoraciones finas y personalizadas, pueden alcanzar los Q50 o más. Se venden en los alrededores de la Basílica, en ferias religiosas y también por encargo.
Sombreritos para el Papa Francisco y el Papa León
Esta tradición ha trascendido fronteras. Como muestra del cariño del pueblo guatemalteco, se ha hecho entrega de sombreros de Esquipulas al Papa Papa León 14, como símbolo de unidad espiritual y cultural. También a su antecesor el Papa Francisco le fue obsequiado uno.
Ambos pontífices los recibieron como un gesto de la profunda fe que une al pueblo guatemalteco con la Iglesia Católica.
Un símbolo que perdura
Para los creyentes, llevar un sombreros de Esquipulas no es solo portar un adorno, sino llevar consigo una bendición. Y para los artesanos, elaborarlos es una forma de honrar sus raíces y mantener viva una tradición que continúa inspirando a nuevas generaciones.
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