La Pomada de las Abuelas es el primer producto de la tienda Casa Colibrí de Quetzaltenango, fundada por Gladys Beletzuy, en honor a la tradición curativa familiar.
Quetzaltenango — Lo que comenzó como un saber íntimo, transmitido de madre a hija durante generaciones, hoy se convierte en un emprendimiento que busca ampliar el acceso a la medicina natural en Guatemala.
Gladys Beletzuy, originaria de Quetzaltenango, lanzó recientemente su tienda Casa Colibrí en SoyMigrante.com Mercado, donde está a la venta su primer producto: la Pomada de las Abuelas, una fórmula completamente natural para el alivio de dolores e inflamaciones.
Para su preparación se inspira en los conocimientos ancestrales de su mamá, Guadalupe una reconocida comadrona y contadora maya del tiempo, Guadalupe Racancoj, que falleció hace dos años, pero cuya sabiduría ahora puede llegar a toda Guatemala a través de MERCADO.
SoyMigrante.com MERCADO es la comunidad digital que une a emprendedores y compradores de todo el país, facilitando la logística de promoción, pago y envío, a fin de impulsar el desarrollo económico de los pequeños productores, para reducir la pobreza, generar oportunidades y contribuir a reducir la migración forzada.
Casa Colibrí es un espacio de sanación fundado por su mamá, que combinaba baños tradicionales para mujeres en posparto y también como terapia para dolores corporales.
“Mi mamá fue comadrona durante 20 años y también contadora del tiempo. La pomada la creó ella. Yo me quedé con la receta y la sigo elaborando, para que más personas se beneficien de sus propiedades naturales”, dice Gladys
Un legado medicinal que continúa
La Pomada de las Abuelas tiene usos múltiples y propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Elaborada con base de aceite de oliva y plantas medicinales como eucalipto y otras, sigue la receta original que la comadrona utilizaba para aliviar dolores musculares, inflamaciones y síntomas de resfrío.
Los ingredientes provienen de comunidades de Quetzaltenango, como Las Majadas, donde mujeres recolectoras continúan aportando plantas tradicionales a la preparación.
Para fortalecer el proyecto, Gladys decidió formarse como naturópata. “Quería darle más validez a lo que mi mamá hacía. Estudié las propiedades de las plantas, la fitoterapia, la parte científica detrás de lo que ella ya sabía”, cuenta.
El hermano de Gladys continúa con las prácticas curativas ancestrales, mientras ella se dedica a la producción de las medicinas y al desarrollo de nuevos productos, incluidos paquetes de plantas medicinales para baños tradicionales, que próximamente ofrecerá en MERCADO.
Mercado: apoyo tecnológico para emprendedores
La entrada al comercio electrónico, a través de SoyMigrante.com MERCADO representa para Gladys una oportunidad para compartir este legado con más personas. “Me atrajo el apoyo a emprendedores y especialmente a madres, porque nos permite cuidar de nuestros hijos a la vez que seguimos siendo productivas”, dice.
Gladys es auditora de profesión. Trabajó en el Estado y llegó a dirigir la sede regional del Instituto de la Víctima, pero por un traslado de plaza, perdió su empleo.
Meses después, su mamá enfermó, y la familia se volcó de lleno a cuidarla. Tras su fallecimiento, Gladys decidió que la mejor manera de honrarla era mantener viva su medicina mediante el uso de plantas.
“Mi mamá siempre quiso que más personas tuvieran acceso a estas curaciones. Ahora puedo compartir su conocimiento, que no tiene efectos secundarios y que está respaldado también por investigaciones científicas en fitoterapia”, afirma.
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