Los amos del inframundo eran malévolos señores, expertos en engañar y causar sufrimiento. Fueron vencidos por Hunahpú e Ixbalanqué según el Popol Vuh, libro sagrado maya. ¿Cómo se llamaban y cuántos eran?
Las profundas cavernas de Alta Verapaz y Petén son consideradas hasta el día de hoy como la simbólica entrada al inframundo maya: el reino tenebroso de Xibalbá cuyos amos y señores fueron vencidos por los gemelos héroes Hunahpú e Ixbalanqué, según relata el Popol Wuj.
El libro sagrado maya también lo llama “El lugar del miedo”, porque sus gobernantes eran crueles y malvados. El poder de los Señores de Xibalbá crecía por el terror que infundían.
Los Señores de Xibalbá eran 12, de los cuales había dos principales:Hun Camé (“Uno Muerte”) y Vucub Camé (“Siete Muerte”), los grandes dominadores del inframundo, “cuya función consistía en asignar sus atribuciones al resto de los señores de Xibalbá”, que eran 10.

Desde el inicio, Hun Camé y Vucub Camé detestaban la alegría del sagrado juego de pelota de Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, los primeros hermanos.
“No nos tienen respeto ni miedo, sino que están riñendo sobre nuestras cabezas”. Esto dijeron todos los de Xibalbá y luego tomaron consejo todos. Se llamaban Hun Came y Vucub Came….

Los nombres y poderes de los Señores de Xibalbá
El libro sagrado quiché describe así a los otros 10 señores de Xibalbá, de dos en dos. (Separamos el texto en puntos, pero todo es transcripción textual)
- Todos los Señores asistían, servían y componían el reino de Hun Came y Vucub Came:
- Xiquiripat y Cuchumaquic, el oficio de estos es causar aquella sangre de que se enferman los hombres… (Cuchumaquic era el padre de la princesa Ixquic)
- Otros se llamaban Ahalpuh y Ahalsaná, y su oficio era hinchar a los hombres, causarles pus en sus piernas y causarles amarillez en sus rostros, se llama esta enfermedad chuzanal
- Otro se llamaba Chamiabac y otro Chamiaholom. Estos eran alguaciles de Xibalbá, solo eran de huesos sus varas y era su misión enflaquecer a los hombres, y que, sumamente hechos huesos y calaveras, muriesen y solo tuviesen la barriga pegada al espinazo. Este era el oficio de Chamiabac y de Chamiaholom.
- Otros se llamaban Ahalmez y Ahaltocob, su oficio era punzar a los hombres, que les sucediese el mal y muriesen boca abajo, o a la puerta de la casa o detrás de ella; este era el señorío de Ahalmez y Ahaltocob.
- Otros se llamaban Xic y Patán y el oficio de estos era las muertes repentinas de los que mueren por los caminos echando sangre por la boca, y cada uno, su oficio era cargarlos y aporrearles el corazón cuando morían por los caminos… Este era el oficio de Xic y de Patán.
- Todos estos fueron los del consejo para perseguir a Hun Hunahpú y a Vucub Hunahpú.
Usaban trampas y mentiras para hacer daño
Xibalbá estaba bajo tierra y era un leberinto. Sus perversos señores invitaban a visitantes bajo engaños para someterlos a pruebas diseñadas para humillar y matar: bancos ardientes disfrazados de tronos, saludos obligatorios a muñecos de palo para provocar la burla del consejo, encierro en casas sobrenaturales como la Casa Oscura o la Casa del Frío.
Así cayeron Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, padre y tío de los héroes gemelos,que fueron derrotados y muertos. Sin embargo Hun Hunahpú logró atraer la atencion de la princesa Ixquic, hija de Cuchumaquic, uno de los señores de Xibalbá, quien se convertiría en madre de Hunahpú e Ixbalanqué, los gemelos héroes.
Con astucia y paciencia, los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué atrajeron con su juego de pelota a los Señores de Xibalbá. Estos los invitaron a su reino, al igual que su padre y tío. Les pusieron varias pruebas y los héroes gemelos las superaron. Al final se hicieron pasar por magos que ofrecían un acto de matarse entre sí y volverse a la vida.
Hun Camé y Vucub Camé, de Xibalbá, caen en la trampa
“Ahora, despedazaos a vosotros mismos, que deseamos ver este vuestro baile”, les dijeron los Señores de Xibalbá: “Está bien”, dijeron ellos y luego se despedazaron. Hunahpú fue rebanado por Xbalanqué …. Estaban borrachos todos los Señores de Xibalbá de ver aquello y solo él estaba bailando, que era Xbalanqué, y dijo: “¡Éa, levántate!”, y luego al punto Hunahpú resucitó”.
“…Entonces salió el mandato de Hun Came y Vucub Came: “¡Haced también
con nosotros eso, despedazadnos, de uno en uno”, dijeron Hun Came y Vucub Came a Hunahpú y Xbalanqué. Y el primero fue despedazado, el que era cabeza y Señor de Xibalbá, llamado Hun Came. Muerto ya Hun Came, siguió Vucub Came pero no los resucitaron”
"Somos los vengadores de nuestros padres"
Los otros señores de Xibalbá al ver esto, salieron corriendo:
“Se metieron en un gran hoyo, allí estaban todos metidos cuando vinieron infinitas hormigas que los fueron a punzar a la barranca”
Así terminó el reinado de los doce señores de Xibalbá, no con una batalla, sino con una trampa maestra que devolvió la justicia al mundo de los vivos. Al final, Hunahpú e Ixbalanqué les revelaron su identidad:
“Nosotros somos Hunahpú y Ixbalanqué, así nos llamamos y nuestros padres son aquellos que matasteis, que se llamaban Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, nosotros somos los vengadores de la pena y dolor de nuestros padres y de todos los males que les hicisteis”
Los héroes limitaron el poder del inframundo y garantizaron que la humanidad pudiera existir sin ser acosada por las artimañas de Xibalbá, aunque a veces estos actúan a través de hombres malvados.

















