La maternidad, como en todas las culturas, tiene sus rituales, pero en la garífuna es un legado de sabiduría. El pueblo garífuna guatemalteco celebra su día el 26 de noviembre.
En las comunidades garífunas de Centroamérica, la maternidad es más que un proceso biológico: es una manifestación espiritual y cultural profundamente arraigada en la identidad colectiva.
Las mujeres embarazadas son consideradas portadoras de vida sagrada, y su cuidado se rige por prácticas ancestrales que buscan armonizar el cuerpo, el alma y la comunidad, según el sociólogo, Efraín Durán.
El embarazo como estado sagrado
Durante el embarazo, la mujer garífuna entra en un estado que implica vivir en paz, alegría y optimismo. Este estado es esencial para asegurar el bienestar del bebé y evitar enfermedades que se cree pueden ser causadas por emociones negativas o experiencias traumáticas durante la gestación.
Prácticas tradicionales de cuidado
Las parteras desempeñan un papel crucial en el acompañamiento del embarazo. Realizan sobadas para aliviar molestias físicas y asegurar el correcto posicionamiento del bebé. Además, se utilizan amuletos y se evitan ciertos alimentos como los mariscos crudos y actividades que se consideran perjudiciales para la madre y el niño, por ejemplo, se recomienda bailar, pero no debe moverse muy fuerte para no dañar al bebe.
El parto en el hogar y la importancia del calor
El parto suele llevarse a cabo en el hogar, en un ambiente cálido proporcionado por un fuego cercano. El calor es fundamental para prevenir enfermedades y asegurar una recuperación adecuada.
Durante el postparto, la madre permanece cerca del fuego durante cuarenta días, siendo los primeros veintiuno los más críticos, además se debe resguardar de la humedad de las costas y garantizar que el bebe crezca y se acostumbre a un entorno cálido.
Desafíos frente al sistema de salud occidental
A pesar de la riqueza de estas prácticas, las mujeres garífunas enfrentan desafíos al interactuar con el sistema de salud occidental. La falta de reconocimiento de las parteras y la imposición de prácticas médicas que no consideran la cosmovisión garífuna pueden generar desconfianza y limitar el acceso a servicios de salud adecuados.
Hacia una atención intercultural
Es esencial promover una atención en salud que respete y valore las prácticas culturales garífunas.
La integración de parteras en el sistema de salud y la formación de profesionales con sensibilidad intercultural son pasos fundamentales para garantizar una atención materna respetuosa y efectiva.
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