Los guatemaltecos enviaron al país US$21,510 millones en remesas familiares durante el 2024, lo cual se consolida como pilar macreconómico; pero muchos están en situacion migratoria irregular y ante el retorno de Donald Trump al poder, hay muchas preguntas abiertas.
Por Alejandra Álvarez, especial para SoyMigrante.com
La comunidad guatemalteca en Estados Unidos (3.2 millones según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala) y especialmente los connacionales indocumentados, se encuentran atentos de las medidas que implemente el gobierno de Donald Trump, que arranca este 20 de enero. Durante la campaña presidencial, el tema migratorio volvió a centrar la atención, sobre todo por los ofrecimientos de políticas agresivas contra indocumentados.
Pero hay que recordar algo: las deportaciones de guatemaltecos desde EE.UU. ya existen desde antes. El actual gobierno, de Joe Biden, cerró el año con más de 70 mil guatemaltecos repatriados. Además, no otorgó la solicitud de Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) a pesar de ser Guatemala un socio estratégico de EE.UU. en la región.
En todo caso, a pesar del escenario político y gubernamental, los guatemaltecos siguen contribuyendo como una fuerza laboral indispensable en dicho país y un pilar económico del país. Pese a ello, el abogado Pedro Pablo Solares, especialista en migrantes, señala que el gobierno de Guatemala no ha presentado un plan detallado de cómo actuará ante la administración Trump.
CRECIMIENTO DE REMESAS MIGRANTES POR AÑO 2002-2024
Desde 2002 el Banco de Guatemala lleva el registro de ingreso de remesas migrantes. El crecimiento ha sido constante, excepto en 2009 y 2010 cuando hubo un estancamiento.
¿Cuál es el panorama en 2025 para la comunidad migrante guatemalteca en Estados Unidos?
La principal orientación es hacia la incertidumbre que existe por los ofrecimientos que hizo el presidente entrante, Donald Trump. La promesa en temas de migración fue conducir la mayor campaña de deportaciones de la historia de Estados Unidos.
Una parte importante de la población guatemalteca allá se encuentra en estado de irregularidad y, en este momento, lo que se anticipa es la expectativa de la capacidad del nuevo presidente de cumplir con esas ofertas de campaña, las cuales, de consumarse incluso en una proporción pequeña, tendría efectos muy serios y preocupantes para las personas sin documentación legal de residencia.
¿Cuáles serían esos efectos inmediatos?
Acciones que representen una repercusión política pronta para Trump y que transmitan el mensaje de que está cumpliendo promesas. Si ese fuera el caso, podrían verse redadas masivas en puestos de trabajo donde hay gran cantidad de migrantes indocumentados (guatemaltecos y de otros países).
Otra estrategia podría ser el ataque de casos individuales en los que se busque el perfil de personas que han infringido la ley, pero eso tiene la gran complicación de que es una estrategia de uno por uno, mientras que las redadas implican a cientos de personas en un solo día. Entonces es posible que haya redadas de gran magnitud en los primeros seis meses de la presidencia de Trump.
¿Cree que esto va a tener un impacto directo en las fuentes de trabajo para los migrantes en Estados Unidos?
Totalmente. Es eso lo que están buscando. Las deportaciones tienen ciertas reglas. El escenario para los guatemaltecos puede ser más preocupante, si tomamos en cuenta que deportar a una persona desde Estados Unidos es menos costoso si se hace hacia los países más cercanos, como Guatemala.
Hay ciertas industrias como la de carne, en la que ellos se reúnen en una proporción mayor que los trabajadores de otras nacionalidades. En el pasado, las grandes plantas de procesamiento de alimentos se han vuelto el campo más apetecible para conducir este tipo de redadas. Recordemos los casos de Postville, Iowa en 2008, y de Jackson, Mississippi, en 2019.
¿Cómo percibe la reacción de los migrantes frente a esta situación?
Curiosamente, no he detectado miedo generalizado entre las comunidades guatemaltecas en Estados Unidos, pese a la amenaza de deportaciones masivas. Esto podría deberse a que los migrantes están acostumbrados a vivir en condiciones adversas.
Además, he notado un apoyo inesperado hacia Trump en algunos sectores (hispanos), motivado por la expectativa de mejoras económicas.
¿Habrá impacto en las remesas?
No parece que el miedo a las deportaciones vaya a influir significativamente en esto. El flujo depende más de factores económicos, como la cantidad de migrantes empleados y el estado de la economía estadounidense.
Actualmente, no hay restricciones para enviar remesas, y no se espera que las políticas migratorias generen un cambio en este panorama en el corto plazo. De hecho en el 2024 (que se superaron los $21 mil millones en remesas) no hubo un aumento extraordinario ni siquiera en el mes de diciembrre, después de la victoria de Trump.
Llegada de Trump y sus posibles efectos
¿Se observa alguna alteración en la intención de migrar?
Tampoco he percibido un cambio notorio en las intenciones de viaje, ni un aumento en los costos asociados al cruce fronterizo. Aunque en el pasado los coyotes han usado la retórica antiinmigrante para encarecer sus servicios, la confianza en las redes migrantes parece mantenerse intacta.
¿Qué acciones ha tomado el gobierno guatemalteco ante este escenario?
Lamentablemente, no he visto un plan claro para enfrentar lo que se puede venir. Recién la semana pasada el Gobierno lanzó un plan informativo, pero sin mayor detalle, lo cual puede ser indicativo de improvisación. Se anunció la creación de dos nuevos consulados, pero la red no tiene mejoras ni se ven preparativos para manejar un posible aumento en las deportaciones.
Esto contrasta con países como México, que tienen sistemas consulares más eficientes y mejor preparados para asistir a sus connacionales.
¿Cuál es la principal preocupación para 2025?
El mayor temor es que las redadas masivas afecten a comunidades enteras. Estas acciones no solo desintegran familias, sino que también generan un impacto devastador en el tejido social y económico de los afectados. Además, hay incertidumbre sobre si Trump logrará cumplir sus promesas o si estas serán más simbólicas que efectivas, como ocurrió con la construcción parcial del muro fronterizo.
¿Dónde podría radicar el optimismo?
En la resiliencia de la comunidad migrante guatemalteca. A pesar de los retos, estas personas continúan trabajando arduamente, contribuyendo de manera significativa a las economías locales y demostrando su valor como miembros indispensables de la sociedad estadounidense.
Aporte guatemalteco en EE.UU. es grande
