La Merced es una de las iglesias más longevas de Antigua Guatemala, la fecha estremece por su belleza y misterio.
La icónica Iglesia de La Merced en Antigua Guatemala no solo impresiona por su arquitectura ultrabarroca y su enorme fuente colonial, sino también porque sus sombras guardan leyendas tenebrosas poco conocidas que ponen los pelos de punta.
La Iglesia de La Merced, construida entre 1749 y 1767 por el arquitecto Juan de Dios Estrada, es uno de los ejemplos más extraordinarios del barroco guatemalteco. Su fachada amarilla alberga columnas salomónicas en estuco y esculturas de santos mercedarios: San Pedro Nolasco, San Ramón Nonato, San Pedro Armengol, San Pedro Pascual y Santa María de Cervellón. La fuente del convento, con 27 metros de diámetro, es considerada una de las más grandes de Hispanoamérica y tiene su forma de lirio acuático, símbolo de creación según la tradición maya.
Un dato poco conocido: la imagen de Jesús Nazareno, que se venera aquí, fue tallada por Mateo de Zúñiga en 1654‑55 y luego policromada por José de la Cerda. Según historiadores, fue la primera obra barroca hecha en Guatemala y el primer Nazareno del país.
Leyendas de horror: fantasmas sin cabeza y maldiciones antiguas
Datos curiosos que pocos conocen
La Iglesia de La Merced combina majestuosidad arquitectónica y misterio ancestral. Sus muros no solo resisten terremotos, sino que también guardan historias oscuras de fantasmas sin cabeza y maldiciones centenarias. Esta joya colonial es un testigo del pasado religioso, cultural y sobrenatural que aún vibra en el corazón de Antigua Guatemala.
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