La Chapina es un restaurante lleno de sabores desde casa, en el corazón de Texas.
Desde que llegó a Estados Unidos en 2005, Glendi García ha recorrido un camino marcado por el esfuerzo, la paciencia y la determinación. Comenzó lavando platos en cocinas de restaurantes y hoy dirige La Chapina, un restaurante que ofrece auténtica comida guatemalteca y salvadoreña en Marshall, Texas — un lugar que hoy brilla como ejemplo de éxito para mujeres migrantes.
De lavar platos al sueño propio
Originaria de Guatemala, Glendi inició su recorrido laboral en la clandestina esperanza de construir algo propio. Con cada plato que lavaba aprendió técnicas, sazones y el ritmo de la cocina profesional.
Aquella experiencia se volvió la base para lanzar en 2025 su propio hogar culinario en Texas. La Chapina es hoy un negocio familiar que materializa el sueño de una emprendedora migrante con raíces firmes.

La propuesta gastronómica: identidad y sabor
La Chapina ofrece un menú que celebra los sabores centroamericanos: pepían, caldo de res y gallina, shukos, tamales, pupusas, fajitas al estilo chapín, junto a tortillas recién hechas y salsas caseras que evocan la nostalgia de casa. También incluye platillos salvadoreños que complementan una experiencia auténtica del istmo.
Espíritu emprendedor femenino en escena
La historia de Glendi no es solo la de una chef, sino la de una migrante que ha transformado la nostalgia por sus raíces en una empresa próspera. Su historia refleja el espíritu de resiliencia, especialmente entre las mujeres migrantes, que combinan valores tradicionales con visión empresarial. Su familia ha sido su sostén: juntos han convertido recuerdos en éxitos tangibles.
Comunidad, cultura y reconocimiento local
La Chapina se ha convertido en un punto de encuentro comunitario. Entre clientes chapines y latinos que añoran sabores de su infancia, muchos estadounidenses descubren por primera vez la riqueza de la cocina guatemalteca y salvadoreña. El restaurante representa la celebración de la identidad centroamericana en Texas — una estancia de cultura, sabor y memoria.

Un ejemplo inspirador
La trajectoria de Glendi García, desde lavar platos hasta liderar su propio restaurante, es un testimonio de perseverancia y emprendimiento.
Su experiencia demuestra que la pasión, sumada a la humildad de aprender desde abajo, puede rescatar y reconstruir identidades culturales.
Mientras La Chapina sigue creciendo, también abre puertas para otras mujeres migrantes que buscan transformar sus sueños en realidades auténticas.
La Chapina es más que un restaurante: es el fruto del esfuerzo y la identidad guardada con orgullo por Glendi García.
En su cocina no solo se preparan platos tradicionales, también se cocinan sueños, memorias y el reflejo del espíritu emprendedor de las mujeres migrantes.
Con su sazón auténtica y su fuerza invisible, La Chapina se ha ganado un lugar en el corazón de Texas.
Conoce otras historias inspiradoras, acá...

















