El Códice Maya Trocortesiano es uno de tres documentos mayas sobrevivientes. Suele llamársele "De Madrid" porque está en la capital española, pero la acción de un artista tzutujil trajo una copia facsimilar a San Pedro La Laguna, a la cual le pusieron Códice del Lago.
Este documento es uno de los cuatro únicos códices mayas conocidos. Están escritos y dibujados sobre papel de amate, en una tira de 6 metros y 84 centímetros, plegada en rectángulos verticales.
El original del Códice Trocortesiano o De Madrid, se resguarda en el Museo de América, de la capital española, bajo condiciones de alto cuidado. Exhibida al público se tiene una copia similar a la que se exhibe desde octubre de 2024 en San Pedro La Laguna Sololá, la cual se logró llevar gracias a la acción artística del creador visual Benvenuto Chavajay, «El regreso de las almas»., mediante la cual se devuelve simbólicamente al pueblo maya uno de sus símbolos documentales.
«El Códice del Lago, como lo hemos llamado, representa el regreso, el retorno del pasado hacia adelante. Es necesario volver a nuestras raíces. El regreso nos obliga a brotar», explica el artista, quien recuerda con emoción el día 12 de octubre de 2024 cuando se develó el documento, que ahora es estudiado por ancianos y científicos mayas, pero también admirado por niños y jóvenes de la comunidad.
¿Qué se sabe del origen del Códice Trocortesiano?
El Códice tiene 56 hojas escritas por ambas caras: es decir, en total abarca 112 páginas. Está plegado para facilitar su lectura, pero por el tiempo es muy frágil y por eso se exhiben copias. Mide 6.84 metros de largo, 22.6 centímetros de alto y cada hoja tiene 12.2 de ancho. Cada página tiene un margen rojo alrededor.
Su origen es muy discutido, pero la hipótesis más fundamentada es que fue creado en el siglo 16 en el área maya de Yucatán (que antes de la Independencia de 1821 pertenecía a Guatemala)
Si deseas ver el Códice de Madrid exhibido en Sololá, de cerca, aquí está completo, desde las pastas que no forman parte del documento original.
¿Cuál es el significado de lo escrito en el códice?
Es un libro que contiene calendarios y cálculos astronómicos para efectuar rituales y ceremonias. Está estructurado con base en el Tzolk’in o ciclo sagrado de 260 días. Es posible que parte de su contenido haya sido transcrito de otros libros mayas más antiguos, para ser conservado y preservado.
Tiene un estilo uniforme, pero se calcula que participaron al menos seis escribas en su realización. Su cuidado estuvo a cargo de sacerdotes y a lo largo de sus páginas aparecen varias figuras espirituales y posibles deidades. Hay varias invocaciones a la lluvia. El idioma utilizado es yucateco o cholano.
¿Por qué le dicen Trocortesiano?
Ese nombre hace alusión al archivista español Juan de Tro y Ortolano de la Reina. Por mucho tiempo, se le llamó «Troano». Fue descubierto en España en 1866. En el año 1872 se halló, también en España otro códice parecido, conocido como Cortesiano, en alusión al conquistador de México Hernán Cortés. Los análisis demostraron que ambos fragmentos eran partes de un mismo documento. Así que se fusionaron los nombres. Es el documento más valioso resguardado en el Museo de América.
¿Cómo salieron del territorio de Mesoamérica?
Hay muchas versiones incompletas e incluso algunas que se consideran falsedades. Sin embargo se calcula que el fragmento Troano salió de México en 1864 y el Cortesiano salió en 1865: fueron obsequiadas ambas partes, por un importante caballero Yucateco a dos personajes sin relación entre sí. Uno de ellos era el religioso francés Brasseur de Bourboug, que fue el traductor del baile drama prehispánico Rabinal Achí, durante su estadía en Guatemala.
El Museo de América los adquiere a finales del siglo XIX cuando ya se sabía que eran un solo documento.
¿Cómo llegó una copia a Guatemala?
El artista visual Tz’utujil Benvenuto Chavajay efectuó una presentación en el museo Reina Sofía de España. Tuvo la oportunidad de apreciar el Códice de Madrid y se propuso conseguir una copia para Guatemala, específicamente para San Pedro La Laguna. El proceso demoró cinco meses y está expuesto desde el 12 de octubre de 2024 hasta el 13 de noviembre.
Tiene una anécdota sobre el gran significado de este códice, como conocimiento ancestral maya: «Un amigo, que es guía espiritual, estuvo en España y quiso entrar a ver el códice al Museo de América, pero no pudo entrar porque no tenía dinero. Lloró porque no pudo ver algo que nos pertenece a los mayas. Cuando ya tenía la copia del códice, la llevé a su casa. Él lloró amargamente. Lo tocó, lo besó, lo abrazó. Y así muchos de los visitantes de la exposición han derramado lágrimas. Por eso a esta exposición le llamo El Regreso de las Almas», cuenta Chavajay.