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Joyas de Antigua: Convento de Santa Teresa fue cárcel de hombres por más de 50 años

El Convento de las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Jesús está en trabajos de restauración pero ¿sabías que alguna vez fue presidio departamental de Sacatepéquez? Y no solo eso, también fue fábrica de vinos.

El Convento de las Monjas Carmelitas de Santa Teresa de Jesús fue fundado en el siglo XVII en Antigua Guatemala y se convirtió en un núcleo importante de difusión de la fe y la oración. Tras la destrucción de la ciudad colonial por los terremotos del 29 de julio de 1773, quedó en ruinas y como todos los otros conventos se trasladó a la capital en la Nueva Guatemala de la Asunción.

Sin embargo, no fue totalmente abandonado. Allí se instaló una fábrica de vino y también se usó como beneficio de café en distintas épocas. También funcionó durante más de medio siglo la prisión departamental de hombres, hasta el año 2008 en que fue trasladada. Hoy esta joya de Antigua Guatemala está en proceso de restauración, se puede ingresar para conocerla y aún se notan vestigios de cuando fue cárcel. 

Te contamos más sobre este tesoro colonial con más de 330 años de historia.

El Convento de las Carmelitas Descalzas empezó a funcionar en 1787 y por sus corredores aún se puede imaginar a las religiosas seguidoras de Santa Teresa de Jesús caminando en dirección al templo., (Foto Gustavo Montenegro) – SoyMigrante.com REVISTA
El Convento de las Carmelitas Descalzas empezó a funcionar en 1787 y por sus corredores aún se puede imaginar a las religiosas seguidoras de Santa Teresa de Jesús caminando en dirección al templo., (Foto Gustavo Montenegro)

Los orígenes del convento

La idea de fundar un convento de carmelitas descalzas en Antigua Guatemala comenzó a gestarse en la segunda mitad del siglo XVII. En 1675, María de Sespedes, devota de Santa Teresa, dejó en su testamento 50 pesos para contribuir a la construcción del convento. Las autoridades otorgaron la licencia para erigirlo. A esta solicitud se sumaron otros fieles, como Bernardino de Obando, quien viajó hasta Lima, Perú, para traer a las religiosas fundadoras del convento.

En 1677, las primeras carmelitas llegaron a Santiago de los Caballeros  y comenzaron las gestiones para edificar el monasterio. El convento abrió sus puertas en 1687, y la comunidad local celebró con una gran festividad el estreno de la nueva iglesia y convento de Santa Teresa.

El frontispicio del templo aún refleja la magnificencia colonial que desafió a los mismos terremotos de 1773 porque aún sigue en pie (Foto Gustavo Montenegro) – SoyMigrante.com REVISTA
El frontispicio del templo aún refleja la magnificencia colonial que desafió a los mismos terremotos de 1773 porque aún sigue en pie (Foto Gustavo Montenegro)

Destrucción en 1773

Como toda edificación de la capital en Santiago de los Caballeros de Guatemala,  el Convento de Santa Teresa sufrió los embates de terremotos. Uno de gran magnitud ocurrió en 1751 y dejó daños a la estructura. A pesar de la solicitud de las religiosas para recibir ayuda, esta fue denegada debido a la falta de recursos.

El terremoto de 1773 devastó la ciudad.  El artesonado del techo se cayó, las celdas de las religiosas quedaron colapsadas, y los muros se desplomaron en varias partes. En las palabras de los testigos de la época, el convento quedó “próximo a una total ruina”.

Abandonado y después reutilizado

En 1775 se decretó el abandono de la capital en el Valle de Panchoy para trasladarla a su actual ubicación en el Valle de la Ermita o de la Virgen. Los Conventos en ruinas también se trasladaron, incluyendo el de las Carmelitas Descalzas. Sin embargo, la historia del monumento no terminó allí, ya que, con el paso del tiempo se le dieron otros usos que no correspondían a su destino original.

Uno de los usos más documentados de este espacio fue su conversión en una fábrica de vino. Según consta en un documento del Archivo Municipal de 1906, el edificio fue subarrendado a Don Luis Morales, quien instaló su fábrica de vino de fresa en cinco de las habitaciones del convento. 

Al admirar la belleza arquitectónica y la serenidad de esta joya antigüeña se hace difícil creer que haya sido empleada como cárcel por más de 50 años, con los consiguientes impactos y daños en sus muros. (Foto Gustavo Montenegro) – SoyMigrante.com REVISTA
Al admirar la belleza arquitectónica y la serenidad de esta joya antigüeña se hace difícil creer que haya sido empleada como cárcel por más de 50 años, con los consiguientes impactos y daños en sus muros. (Foto Gustavo Montenegro)

También se usó para secar café

Otro uso fue utilizar sus patios y terrazas sobrevivientes como espacio para el secado de café. A través del análisis arqueológico realizado en el lugar, se ha podido identificar que, especialmente en la segunda planta, se crearon canales y bajantes de agua con argamasa y ladrillos para canalizar el exceso de agua dentro de las columnas que delimitan el patio.   

Este tipo de estructura es característica de otros monumentos de la ciudad, como el convento de las Capuchinas y la Compañía de Jesús, lo que sugiere que el convento fue utilizado como espacio para tender y secar café, aprovechando la exposición al sol en esos ambientes. 

La prisión ya solo es un recuerdo. El proceso de restauración sigue en marcha a cargo del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala (Foto Gustavo Montenegro) – SoyMigrante.com REVISTA
La prisión ya solo es un recuerdo. El proceso de restauración sigue en marcha a cargo del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala (Foto Gustavo Montenegro)

A partir de 1945 el Convento de Santa Teresa fue utilizado primero como prisión de mujeres y en la década 1950 fue convertido en prisión departamental de hombres. El impacto de esta utilización todavía se puede notar pues existen rastros de las áreas divididas con muros o barrotes para formar las celdas. Fue más de medio siglo el tiempo que duró esta joya tricentenaria como cárcel. 

En 2008 se trasladó la cárcel a otro lugar y comenzó el lento pero paulatino trabajo de recuperación de esta joya colonial que en 2025 cumple 338 años. Los rastros coloniales sobreviven. El análisis de los pisos originales de  las celdas de las religiosas, permitió comprobar que eran de barro cocido, con entre 5 y 10 centímetros de espesor. 

En la nave del antiguo templo de Santa Teresa, se descubrió una cripta donde sepultaban a las religiosas. Sin embargo, la excavación fue detenida para evitar el colapso de la bóveda. 

Al caminar por los corredores, patios y ambientes del convento aún se puede sentir a pesar de todo el aire místico que alguna vez llenó sus ambientes de oración y fe.

Es que Antigua Guatemala es siempre fascinante ¿verdad que sí?

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Gustavo Montenegro Director Editorial, SoyMigrante.com REVISTA
Periodista, escritor, docente universitario. Nació en Guatemala, 1971. Egresado de la Carrera de Comunicación Universidad Rafael Landívar. Ha trabajado en varios medios de comunicación, entre ellos Prensa Libre, entre 1996 y 2022. Actualmente dirige SoyMigrante.com/Revista
Periodista, escritor, docente universitario. Nació en Guatemala, 1971. Egresado de la Carrera de Comunicación Universidad Rafael Landívar. Ha trabajado en varios medios de comunicación, entre ellos Prensa Libre, entre 1996 y 2022. Actualmente dirige…