Desde Pastores, Sacatepéquez, Hamacas Kemert ha tejido una historia de esfuerzo y pasión que abarca un cuarto de siglo. Este emprendimiento familiar, liderado por Rosendo Canil y ahora con el talento de sus hijos, ofrece hamacas de alta calidad que combinan durabilidad y descanso bien tejido.
Con 25 años en el mercado, Hamacas Kemert se distingue por la dedicación de la familia Canil. Cada hamaca cuenta una historia de amor, esfuerzo y creatividad, convirtiéndose en un producto que no solo resalta por su calidad, sino también por sus raíces familiares y culturales.
En el tranquilo municipio de Parramos, Chimaltenango, un sueño comenzó a tejerse hace 25 años. Rosendo Canil, quien tenía 24 años, enfrentó un desafío cuando el proveedor salvadoreño de hamacas que abastecía su negocio dejó de llegar. Actualmente el punto de venta está en Pastores, Sacatepéquez.
La tienda digital Hamacas Kemert ya está abierta en SoyMigrante.com MERCADO, la comunidad en línea creada para que emprendedores y compradores guatemaltecos se encuentren: un proyecto activo, proactivo e innovador para pequeños negocios y creadores de productos elaborados a mano, detrás de las cuales siempre hay una historia. Y esta es la historia Hamacas Kemert.
Todo se aprende y una vez aprendido, se perfecciona
Con determinación y apoyo de su esposa y un amigo, don Rosendo decidió aprender el arte de la elaboración de hamacas. Cuatro años le tomó perfeccionar la técnica, tiempo en el que también desarrolló una red de proveedores de conos e hilos.
El nombre de Kemert, que simboliza la unidad familiar al incluir una inicial de cada integrante, nació cuando la familia creció y todos comenzaron a involucrarse en el negocio. Actualmente, los seis miembros principales de la familia Canil, junto con primos y amigos, trabajan unidos para mantener viva esta tradición.
Raíces culturales y unión familiar
El abuelo de Lesly Canil, hija de Rosendo y pilar del negocio, era originario de Chichicastenango y vendedor ambulante en Amatitlán y La Antigua Guatemala. Finalmente, se instaló en Parramos, donde Rosendo dio vida a Hamacas Kemert. Esta historia familiar refleja un profundo arraigo cultural y un compromiso con la comunidad.
Lesly Canil, quien creció junto al negocio y tiene la misma edad que el emprendimiento, se ha convertido en una pieza clave del equipo. Su energía y dedicación reflejan el espíritu emprendedor que caracteriza a la familia Canil. Junto a sus padres y hermanos, Lesly trabaja incansablemente para mantener viva la tradición de Hamacas Kemert.
Lo que diferencia a Hamacas Kemert de la competencia es su enfoque en la calidad y el diseño. Cada hamaca está hecha para resistir y ofrecer comodidad superior, gracias a la doble malla que evita que se hunda. Además, el equipo se asegura de ofrecer precios justos, haciendo que sus productos sean accesibles sin comprometer la excelencia.
Proceso artesanal garantiza calidad
Cada hamaca de Kemert es fruto de un minucioso proceso artesanal. Desde entorchar los hilos hasta tejerlos en el marco, cada paso demanda atención al detalle y tiempo. Aunque una hamaca puede tomar una semana para completarse, con la participación de varias manos el tiempo se reduce a uno o dos días. La doble malla y los materiales resistentes aseguran un producto duradero, ideal para quienes buscan comodidad y calidad.
Con 25 años de experiencia, Hamacas Kemert está lista para seguir creciendo. Su compromiso con la calidad y el trabajo familiar garantiza que esta tradición continúe tejiendo historias en los hogares de Guatemala y más allá. Como dice Lesly: “Cada hamaca lleva no solo hilos, sino también el esfuerzo y amor de toda nuestra familia.”
De lo artesanal a tu hogar
