La guatemalteca Saidy Herrera fue reconocida por su impulso al desarrollo en Oklahoma y apoyo a los migrantes.
La guatemalteca Saidy Herrera fue reconocida con el premio “Ángel Guardián”, entregado por la Agencia Latina de Oklahoma, una organización dedicada a impulsar el desarrollo, liderazgo y bienestar de la comunidad latina en Estados Unidos. Este galardón se concede a personas que, con su esfuerzo, dedicación y solidaridad, se convierten en un apoyo esencial para los migrantes que buscan salir adelante en un país que no siempre resulta fácil.
El reconocimiento resalta el papel de Herrera como una figura cercana, alguien que acompaña y orienta a su comunidad en momentos clave. Para muchos migrantes, contar con un “ángel guardián” significa tener a alguien que les tiende la mano, que entiende las dificultades de adaptarse a una nueva cultura y que motiva a no rendirse.
Agradecimiento por su labor
En sus redes sociales, Herrera compartió su emoción con un mensaje de gratitud: “#agradecidaybendecida. Me faltan palabras para expresar el honor de haber recibido hoy el reconocimiento ‘Ángel Guardián’ de parte de la Agencia Latina de Oklahoma. En resumen, GRACIAS a Dios por su gracia, a mi muñeca Paola Orellana por acompañarme hoy y siempre, a las personas que me consideraron apropiada para tan lindo detalle y a todas esas personas y colegas que me permiten apoyarles para que logremos avanzar. A mis guatemaltecos en Oklahoma fue un placer disfrutar este momento juntos”.
El premio no solo celebra el trabajo de Herrera, sino que también pone en relieve la lucha constante de los migrantes por ser mejores cada día. Lejos de su tierra natal, los guatemaltecos en Estados Unidos enfrentan desafíos en el idioma, la cultura y el ámbito laboral, pero al mismo tiempo construyen espacios de unión, mantienen vivas sus raíces y demuestran que con esfuerzo y solidaridad se puede avanzar.
Reconocimiento por su trabajo
Para la comunidad guatemalteca en Oklahoma, el reconocimiento a Saidy Herrera es un motivo de orgullo y un recordatorio de que el trabajo colectivo abre caminos. Su ejemplo inspira a muchos a seguir apoyándose entre sí, demostrando que la migración también es sinónimo de resiliencia, sueños y oportunidades compartidas.
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