Un ideal de libertad y amor patrio se refleja en cada quetzal de la serie creada por el artista guatemalteco Alejandro Wer, quien estudió en Nueva York y trabaja en Antigua Guatemala.
En la reserva del Quetzal de San Rafael Pie de la Cuesta, Sab Marcos, el artista guatemalteco Alejandro Wer pudo ver por primera vez en vivo y en libertad al ave nacional de Guatemala. Ese recuerdo se refleja en la serie de pinturas que le dedicó.
“Hace muchos años ví un Quetzal también, pero estaba disecado. Y me conmovió pensar que nuestra ave nacional muere cuando está en cautiverio. Por eso es un símbolo de libertad viva, en las montañas de Guatemala”, epxresa Wer, quien tiene más de 50 años de carrera pictórica. Se graduó en la Universidad de Arte y Diseño de Nueva York.
A lo largo de su carrera ha pintado infinidad de temas. Especialmente famosos son sus quijotes, princesas y también aves de todo tipo, sobre todo colibríes. Paisajes fantásticos y temas referidos a Guatemala completan su trayectoria. Pero la serie el Quetzal, Alma de Guatemala es simplemente deslumbrante.
“La fascinación con el Quetzal es total, porque en verdad nos representa a los guatemaltecos. Y para este septiembre, en el mes patrio, elaboré varias escenas: volando, posado en una rama, también surcando el aire junto a otros quetzales”, añade el artista.
“El quetzal está lleno de simbolismo desde tiempos prehispánicos. Ese color verde intenso es un desafío lograrlo. El contraste con el ojo del pecho es dramático e impactante. Quería colocarlo en donde siempre debe estar: libre, y volando alto”, afirma Wer, cuya galería está siempre abierta al público.
Guatemala, tierra de artistas
