"¡Salve, mi Patria querida, mi dulce Guatemala, salve! Delicia y amor de mi vida, mi fuente y origen": las palabras del gran poeta guatemalteco Rafael Landívar (1731-1793) saltan a la mente al observar estos siete instantes captados por el fotógrafo Abel Juárez.
Libertad y silencio en la Peña Blanca
La Peña Blanca es una formación rocosa localizada en el municipio de la Libertad Huehuetenango. Su cima está a 3,518 metros sobre el nivel del mar. Para llegar hasta allí se necesita caminar por aproximadamente cuatro horas. La vista desde allí es sencillamente majestuosa. El entorno rocoso de la zona provee una experiencia inolvidable. Es la octava mayor cumbre, no volcánica, de Guatemala.
Tan tranquilo que ni parece de Fuego
Con 3,768 metros sobre el nivel del mar, el Volcán de Fuego es uno de los más activos y conocidos de Guatemala. Sus explosiones protagonizan muchos videos y fotografías, pero en este amanecer, captado desde el vecino volcán Acatenango, de 3,996 metros de altitud, el mar de nubes rodea a un gigante silencioso que parece dormir entre celajes.
Una gota de paz en Maxbal
La Laguna Maxbal se encuentra en las proximidades de la aldea San Francisco Momoniac, en Barillas, Huehuetenando. Verdaderamente no tiene precio ni comparación disfrutar de un chapuzón en sus aguas transparentes, para tener ese animo positivo al empezar tu día. Rodeada de montañas en donde vive, por temporadas el ave nacional, el Quetzal, es un paraíso que merece ser visitado pero también cuidado. Si la visitas, contrata un guía local y por favor.. no dejes basura, ni uses jabón. Es una joya que merece respeto y más aún al amanecer.
Despertar con olas en el suroccidente
Podría creerse que todas las playas de la Costa Sur guatemalteca se parecen. Pero Ocós, San Marcos, tiene lo suyo. El viento es distinto, la sensación es distante para todos aquellos que no son de San Marcos. Jóvenes del lugar acostumbran a darse un chapuzón mañanero, cerca de la bocabarra formada por el río Tilapa. Ver nacer un nuevo día en esta latitud comprueba que cada kilómetro de Guatemala resguarda algo especial.
Imaginar el sol de hace 3 mil años
Así se levanta el sol en el horizonte, visto con dron elevado desde La Danta, la colosal pirámide del sitio Mirador, capital del Reino Kan que vivió su esplendor 1,500 años antes de Cristo. La caminata para llegar es de 48 kilómetros que valen la pena. El cansancio se hace presente, pero al estar en un lugar donde están las raíces de Guatemala: todo se olvida y todo se imagina. La riqueza de flora y fauna del viaje llevan a pesar ¿por qué este sitio aún no ha sido declarado Santuario natural de la Humanidad?
El número uno visto por el número dos
Sí, aquí estamos parados a 4,060 metros sobre el nivel del mar, en la cima del volcán de Tacana. La vista es espectacular porque se puede hacer a 360 grados desde determinado punto. Ese volcán con el sol en el cono es el volcán Tajumulco, el más alto de Guatemala y Centro América, con sus 4,203 metros. No lo vamos a negar, hay un frío intenso pero hay que abrigarse y resistir. La experiencia de estar aquí, de ver esas nubes, oír el viento y captar un momento inolvidable es algo que cualquier aventurero debe tener en su lista de pendientes.
Sobre una inmensa y misteriosa piedra
En plena Sierra de los Cuchumatanes, a inmediaciones de San Juan Ixcoy se encuentran las Piedras de Captzin: dos imponentes formaciones rocosas. Se ve una de ellas, junto a la carretera, abajo a la derecha. El fotógrafo está parado sobre la otra para admirar este deslumbrante amanecer que no se parece a nada en el mundo. ¿Está lejos? Sí… pero el esfuerzo vale la pena. Y si es un migrante que regresa a visitar a Guatemala… no se pierda la ocasión de venir. Esta será su mejor bienvenida.