El autor de este libro expone cómo el crimen de Gerardi se convirtió en un símbolo de la lucha por la justicia en un país marcado por décadas de violencia y opresión. El libro no solo es una crónica del asesinato de Gerardi, sino también una investigación sobre el impacto de la impunidad, el rol de la Iglesia, el Ejército y las élites en la política guatemalteca, y cómo estos actores se entrelazan en la perpetuación de la violencia política.